Adiós a la neutralidad

El debate en Suecia no sólo se centra hoy en el hundimiento del Estado de bienestar, sino también en la crisis de su tradicional política de neutralidad. "La caída del comunismo ha cambiado radicalmente las cosas", dice el director del Instituto de Asuntos Internacionales, Rutger Lindahl. "La neutralidad hoy no tiene sentido, y tenemos que adaptamos a los nuevos tiempos".La preocupación de Suecia radica en la evolución de Rusia y en la cercanía de su frontera. "Finlandia tiene 1.000 kilómetros de frontera con Rusia, y nuestros ojos están abiertos hacia el Este las 24 horas del día". Hay quienes, como el director del periódico Dagens Nyheter, Svante Nycander, desean que el país se incorpore a la OTAN tan pronto ingrese en la UE. Quizás sea un cambio demasiado brutal para muchos suecos, y, por tanto, se miraría con mejores ojos algún tipo de cooperación militar.

El potencial militar, nuclear y convencional, concentrado en la región inmediatamente por encima del círculo polar es enorme. El gobernador de Norbotten, Gunnar Brodin, asegura que tienen muchos problemas con las armas nucleares y la basura nuclear. "Murmansk no es más que un puerto para el potencial militar ruso. No sabemos dónde tienen con exactitud desplegado el armamento, pero sabemos que está ahí".

El comandante en jefe del Comando Conjunto del Norte, general Curt Sjöö, afirma que el 70% de las armas nucleares (rusas y de la OTAN) está en la zona. "Rusia está agrupando en la frontera con Finlandia y Noruega sus más modernas armas procedentes de Alemania del Este. Actualmente ha adquirido mayor calidad y potencia de fuego en su fuerza aérea y en su infantería mecanizada. Es un peligro para la seguridad de Suecia".

Esta es la principal razón por la cual el general Sjó6 cree que Suecia tendría que integrarse en "algún tipo de alianza militar".