Pujol exige a González que acelere el giro autonómico

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, manifestó ayer que ha llegado la hora del desarrollo autonómico y que éste no puede dilatarse indefinidamente, como sucedió con la cesión del 15% del IRPF.Pujol hizo estas afirmaciones tras entrevistarse por sorpresa durante tres horas y cuarto con el presidente del Gobierno, Felipe González, en La Moncloa. Esta reunión marca el comienzo oficial de las negociaciones sobre el giro autonómico,anunciado por Jordi Pujol hace meses. La reunión fue distendida y Pujol no dudó en calificarla de "positiva". El jefe del Gobierno catalán trató de quitar hierro a la tensión creada tras la publicación de un documento de la Presidencia de la Generalitat en el que se reivindicaba, entre otras cosas, una relación directa con la Corona. El dictamen reclamaba también una posición preferente del presidente de la Generalitat: sobre el del Gobierno central en el protocolo en Cataluña.

Tras haber pactado con los socialistas la política económica -que se ha traducido en los Presupuestos de este año y en la reforma laboral-, Pujol condiciona ahora la continuidad de su apoyo a un acuerdo autonómico. Los 17 votos de Convergència i Unió (CiU) en el Congreso son la llave de la mayoría parlamentaria, para el Gobierno.La reunión de ayer cogió por sorpresa a los medios de comunicación, pues el propio presidente de la Generalitat había asegurado la víspera que no era el momento de celebrarla por la tensión creada con la publicación del documento.

Pujol pidió excusas por el engaño. "No queríamos vernos sometidos a la presión de los medios de comunicación", dijo. Pero la reunión no admitía demora. Pujol y González necesitaban distender el clima político, y, además, el presidente catalán admitió que la reunión debía haberse celebrado hace un mes.

Pujol anunció a González el contenido del giro autonómico que pretende. Expuso cinco reclamaciones sobre competencias: desarrollo de la policía autonómica, ordenación del territorio, financiación de la sanidad, reforma de la Administración periférica y algunas otras transferencias pendientes. Nada de lo que planteó desborda el Estatuto catalán.

Pujol que durante su visita a La Moncloa coincidió con el primer ministro holandés, Ruud Lubbers- no fijó plazos a las negociaciones sobre desarrollo autonómico, pero dejó claro que no podían alargarse indefinidamente. "No hay plazos. Pero no pueden dilatarse indefinidamente, como sucedió con la cesión del IRPF", dijo. También, en un tono distendido, dejó claro que lo que reclamaba como competencias autonómicas para Cataluña también era válido para otras comunidades autónomas.

"Ahora veremos"

El presidente de la Generalitat dijo que no pidió respuestas a González. Se limitó a anunciarle su propuesta de desarrollo autonómico y, a partir de ahí, lanzó el reto: "Ahora veremos". Sólo alteró el tono moderado de su intervención cuando, a una pregunta sobre las razones por las que el proceso autonómico se encuentra de nuevo ante una encrucijada, respondió que "la política del Gobierno socialista ha sido muy reduccionista y restrictiva".

Pero Pujol trató de dejar a su paso por Madrid un rastro de distensión, tanto durante su entrevista con Felipe González como en su comparecencia ante los medios de comunicación. Quitó importancia al documento de la Presidencia de la Generalitat en el que se reivindica el pacto con la Corona y la preferencia protocolaria del presidente catalán sobre el del Gobierno central.

Jordi Pujol, tras señalar que no asumía el documento en su conjunto, pero que tampoco se sentía "culpable" por él, dijo que "la Generalitat nunca ha reivindicado el pacto con la Corona". Respecto al protocolo, reconoció que la Generalitat planteó una reforma moderada en 1983 o 1984. "Pretendíamos situar más arriba al presidente de la Generalitat, pero nunca por delante del presidente del Gobierno", dijo.

Dijo, en definitiva, que el documento era uno de tantos que encarga la Generalitat para reflexionar. "Lo hacemos para salir del círculo de los que paseamos por el patio de los Naranjos, que repetimos nuestras reflexiones", manifestó.

El presidente de la Generalitat trató de contrarrestar la imagen de que Cataluña ha obtenido muchas ventajas por su apoyo parlamentario al Gobierno. Insistió en que las únicas reivindicaciones satisfechas han sido la cesión del 15% del IRPF, así como algunas medidas económicas para las empresas, de las que "también se han beneficiado otras comunidades". Pujol aseguró que su conversación con González había girado en torno al tema económico más que al autonómico.

Pujol trató de aclarar que el desarrollo autonómico sólo había ocupado uno de los cinco puntos de la reunión. Los otros cuatro fueron la situación europea, la socio-laboral, la económica y los problemas estructurales de la economía.

Acuerdos

En el terreno económico, Pujol reveló que Felipe González le había anunciado una mejoría para este año. Tanto en este tema como en el europeo, el presidente catalán mostró su acuerdo con las posiciones del presidente del Gobierno.

Jordi Pujol negó que le hubiera planteado al presidente del Gobierno el espinoso tema de la representación de la Generalitat y las comunidades autónomas en la Unión Europea. Discrepó más en materia socio-laboral. "El Gobierno debía haber ido más allá en la reforma del mercado laboral. Hay que flexibilizar más", dijo.

El Gobierno hizo pública ayer una nota oficial en la que calificó de "muy fructífera" la reunión con el presidente de la Generalitat. Por su parte, el presidente del Partido Popular, José María Aznar, señaló ayer: "Cualquier posibilidad de desarrollo autonómico en nuestro país, en estos momentos, trasciende de lo que es una relación bilateral, y, en consecuencia, debe hacerse bajo el principio del respeto al espíritu constitucional".