Mercamadrid se come el matadero municipal
LARA OTERO El matadero municipal ha empezado a sentir el cuchillo de la privatización en su propio lomo. Su anunciado traslado desde el paseo de la Chopera a Mercamadrid esconde la muerte de las instalaciones de la entidad. Tanto el gerente del matadero, Lorenzo Montiel, como el director de Mercamadrid, Tomás Horche, han confirmado que los servicios que presta el centro se trasladarán a Mercamadrid, donde uno o varios empresarios privados sacrificarán las reses. El equipo de gobierno del PP prefiere dejarlo morir por inactividad a borrarlo de un plumazo.
El proyecto de traslado del matadero municipal al recinto de Mercamadrid encierra la privatización de la gestión de la matanza en Madrid. El primer paso para dejar la maquila en manos totalmente privadas es el concurso de ideas para instalar un complejo cárnico en Mercamadrid, que se fallará en abril o mayo (el plazo de presentación de ofertas finaliza el 29 de marzo).[Títuloes del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid prefieren referirse a la muerte natural del matadero que a su asesinato. La agonía ha comenzado ya: en 1993 se sacrificó un 2,8% menos de reses que el año anterior.
Ese descenso se traduce en un 15,4% menos en kilos de carne y un 20,2% menos de producto comercializado. El resultado es que sólo un 12% de los filetes que comen los madrileños dejaron de latir en el matadero municipal. El matadero recibirá este año de las arcas locales 889 millones de pesetas, tres menos que en 1993. En ese ejercicio, el sacrificadero perdió unos 300 millones de pesetas.
"Sin la posibilidad de integrar el matadero municipal, el Ayuntamiento de Madrid no habría aprobado el pliego de condiciones", explica Horche, que se apresura a recalcar la condición esencial para hacerle un hueco en Mercamadrid: que sea rentable. El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, anunció el lunes, durante una visita al matadero de la mano de su asesor de abastos, Ángel Matanzo, que se trasladará la sede, aunque sin señalar un edificio sustituto del actual.
Control sanitario
Con el concurso para adjudicar esa supercarnicena en Mercamadrid han comenzado las especulaciones. ¿Cómo se va a integrar allí el matadero? "Es absurdo pensar que se vaya a presentara concurso", señala Horche.
El actual gerente del moridero del paseo de la Chopera (en el que trabajan 243 personas, de las que unos 200 son funcionarios) apunta a su desaparición como tal entidad. Eso sí, a renglón seguido, el gerente añade que los funcionarios serían empleados en otros puestos y que el Ayuntamiento seguiría controlando sanitariamente la carne con sus servicios de inspección veterinaria.
Pero el presidente del patronato del matadero, Ángel Matanzo, se muestra dispuesto a defender la vida de la instalación a toda costa. "Un municipio tiene que tener un matadero municipal", espeta Matanzo, "la ley lo exige". "El Ayuntamiento también quiere que esté en manos privadas, pero no puede ser", añade. El alcalde ha anunciado también que Matanzo volverá al equipo de gobierno municipal, tras un año de exilio interior con o asesor de abastos. Matanzo cesó como concejal del distrito Centro a raíz de su enfrentamiento con el entonces edil de Cultura, Pedro Ortiz, el cierre del teatro Alfil. Alvarez del Manzano pretende ahora recuperar a Matanzo como concejal de Abastos, un área dependiente de Hacienda.
Pero el edil, polémico -"pero honrado", se declara"-, todavía no ha aceptado nada y advierte que no tomará el cargo a cualquier precio. "Después de un año, puedo aguantar el último envite, soy jugador de mus y gano los puntos en la última mano", espeta. "Ya me pueden ofrecer la presidencia del Gobierno o un ministerio, que yo siempre preferiré el distrito de Centro", declara Matanzo. Y añade: "Allí me hice político".
Privatización blanda
Pero tanto Montiel como Horche explican que la norma exime a la Administración local de tener matadero propio si concierta el sacrificio con empresas privadas. Horche matiza además que la existencia de una supercarnicería en Mercamadrid no presupone que desaparezca el municipal.
"En todo caso, no se puede hablar de privatización pura y dura, porque dos administraciones continúan tutelando el sacrificio de ganado", explica Horche.
Mercamadrid (una empresa pública en la que participan la Administración local con un 51% y la central con el 49%, a través de los ministerios de Agricultura y Economía) prevé ceder durante 38 años una parcela de 52.734 metros cuadrados a cambio de que el adjudicatario construya la supercarnicería y pague un canon anual mínimo de unos 100 millones de pesetas.
Horche interpreta que con esta operación la Administración central gana competencias sobre el control del sacrificio y la comercialización de la carne. "Además, la especulación estará salvaguardada, porque los beneficios irán a parar en todo caso a organismos públicos y el adjudicatario será controlado", concluye.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.