_
_
_
_

El color de dos mundos

Una pintora argelina muestra en Granada su vision sobre el choque entre lo árabe y lo occidental

Los ojos de Occidente suelen ver a la mujer árabe como la víctima sumisa de una cultura férrea que le niega la libertad. Por eso se sorprenden cuando descubren en ella una artista, una novelista o, simplemente, una rebelde. Ése es el caso de la pintora Houria Aldi, una joven argelina que expone su obra en Granada. Según el mito occidental, es inusual que un árabe pinte, ya que su cultura no permite representaciones simbólicas, y menos aún que lo haga una mujer de Argelia. Según Aïdi, lo único que trata es de expresar su visión de dos mundos que no se entienden y chocan."Lo que quiero", comentaba días atrás, frente a uno de sus cuadros expuestos en el centro Gran Capitán, "es buscar mis raíces árabes a través de la pintura, pero también mis influencias francesas, y las contradicciones que en algunas ocasiones tienen esas dos formas de vivir".

Houria Aïdi se marchó de Argelia con su familia cuando tenía ocho años; desde entonces vive en París. Allí comenzó a percibir que se movía en dos ámbitos, el familiar, de tradición y costumbres árabes, y el entorno, totalmente occidental. "Entonces comencé a tener muchas dudas, a preguntarme cosas, a sentir curiosidad. Creo que me hice bastante rebelde".

Había recibido una educación normal dentro de la cultura árabe, "sin-embargo nunca tuve fuertes presiones religiosas". Por eso su familia terminó aceptando que, pese a que no existe tradición pictórica ni escultórica en los países musulmanes, ella optara por el arte. "Al principio", admite, "había incomprensión por parte de mi familia, que no entendía que yo pudiera pintar. Pero luego acabaron comprándome cuadros, que era una forma implícita de alentarme a seguir. Ahora saben que esto es para mí muy importante".

Después de conseguir el diploma superior de Artes Plásticas de la Universidad de París, Aïdi consiguió una beca del programa Erasmus de la Unión Europea para continuar su carrera en la Academia de Bellas Artes de Florencia. Desde entonces es profesora de Artes Plásticas. Su exposición de Granada está englobada dentro del programa Tres pueblos, tres culturas, que organiza el Ayuntamiento.

La veintena de cuadros que se exhiben hasta el día 30 ha sido realizada a caballo entre París y Granada y muestra, según su autora, sus dos facetas, sus dos almas. "En mis cuadros parisinos todo es más urbano, persigo el movimiento, mientras que los que he pintado en Granada busco mis raíces árabes, la armonía, la serenidad, la sensación del tiempo". Son obras suaves, luminosas, evocadoras.

"En Occidente", comenta, "se ve a la mujer árabe de una forma diferente, muy extraña, sobre todo si es pintora. Pero dentro de mí hay una parte muy importante de mi cultura, y eso es lo que trato de reflejar, como también mis dudas y mis preguntas". Critica los prejuicios raciales que existen hacia los norteafricanos y rehúsa hablar de política: "La situación en la que vive Argelia ahora es muy fuerte", comenta rotunda, "pero no me gusta hablar de eso".

Llegar a Granada, vivir en la ciudad durante varios meses ha supuesto una nueva orientación. "El flamenco y la música árabe me inspiran otras emociones", dice. Esa música sonaba el día de la inauguración en sala de exposiciones mientra Houria repartía té con yerbabuena y dátiles. Su intención es buscar casa en el sur español o en el norte de Marruecos, un lugar que vuelva a ligarla a su pasado.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_