_
_
_
_

El mundo de las letras rinde un cálido homenaje a Amparo Soler en los 25 años de Clásicos Castalia

Que una colección de libros cumpla 25 años es algo a festejar. Así lo entendieron ayer editores, escritores lectores... Todos cuantos tienen relación con el mundo de las letras, con la ministra de Cultura Carmen Alborch, a la cabeza, se dieron cita en el Círculo de Bellas Artes para festejar el acontecimiento. El acto se convirtió en un cálido homenaje a la fundadora de Castalia, Amparo Soler, que vindicó su trabajo como "el más bello oficio del mundo".

Muchos fueron quienes tomaron la palabra (los hispanistas Ian Michael y Robert James, elescritor Camilo José Cela, el académico y director de Clásicos Castalia, Alonso Zamora Vicente, el director de la editorial, Federico Ibáñez, y el crítico Miguel García-Posada) pero quien menos habló y más aplausos recibió fue Amparo Soler, Doña Amparo. Zamora Vicente la definió a la perfección: "Doña Amparo es una mujer que tiene un halo especial, encanto, sabe hacernos rabiar y obedecerla". Pues bien esta mujer fuerte y batalladora ayer se emocionó. Sólo empezar el acto, con la voz entrecortada, cedió la palabra a Federico Ibáñez.

Amparo Soler es nieta e hija de impresores. Su padre trabajaba en la imprenta Tipografía Moderna que luego se convirtió en Gráficas Soler, en Valencia.

La empresa salió a subasta y la compró. Amparo tenía sólo 11 años y empezó a trabajar con él. "Me colocaba al lado del corrector de pruebas y yo leía y él corregía. No he hecho ningún master, pero así aprendí". Y tanto aprendió que siendo casi una

niña, corregía las homilías del arzobispo de Valencia.

Han pasado los años y su vocación por los libros sigue inalterable. "Siento un gran amor por ellos. En los momentos más difíciles, que los ha habido, el libro me ha acompañado siempre".

Doña Amparo, como los otros participantes en la velada no quiso olvidar al primer director de Clásicos Castalia, Antonio Rodríguez-Moñinos. "Fue él quien me embarcó en esta aventura. Le pedí un prólogo para un libro de bibliógrafo, El celoso extremeño. Empezamos a hablar y vimos que no había en España una buena colección de clásicos. Así nació la colección".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_