Salinas opta por la vía política y releva al ministro de Gobernación
El presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, se desprendió ayer de su polémico ministro de Gobernación, Patrocinio González Garrido, sustituyéndolo por el constitucionalista Jorge Carpizo, y creó una Comisión para la Reconciliación y la Paz en el Estado de Chiapas, que será encabezada por el hasta ahora canciller Manuel Camacho Solís, que tendrá poderes especiales como mediador. Con estos dos importantes nombramientos, Salinas se decanta a favor de una salida política al conflicto creado por la guerrilla zapatista en Chiapas, que hasta ahora no ha podido ser aplastado por la vía militar.
La decisión del presidente de México le da un giro importante, al menos de matiz político, a todo lo que está pasando en Chiapas y en el resto del país desde el 1 de enero. Muy significativo ha sido el nombramiento al frente de Gobernación de un hombre de trayectoria honesta como Carpizo, el último doctor honoris causa que ha investido. la Universidad Complutense de Madrid. Será el responsable del funcionamiento del proceso electoral que se avecina y que dotará a México de un nuevo presidente para los seis años siguientes. Carpizo ha sido rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, ombudsman y fiscal general de México. Sin embargo, lo más llamativo de esta crisis ha sido cómo Salinas se ha desembarazado de Patrocinio González, uno de los personajes más aborrecidos de México y culpable, por su pasado como gobernador de Chiapas hasta el año pasado, de muchos de los problemas que viene arrastrando este miserable Estado del sur del país, y que son en los que se ha basado el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para alzarse en armas. "Prefiero morir combatiendo que morir de disentería", declaró recientemente el comandante Marcos, jefe de la guerrilla de Chiapas.
Conspiración
En las últimas 48 horas González Garrido era un hombre tocado del ala en México que, consciente de que el asunto le salpicaba, llegó a conspirar contra Salinas diciendo a algunos de sus colaboradores que él había detectado la guerrilla, pero que fue el propio presidente el que le dijo que no moviera el asunto. Enfrentarse al presidente de México, aunque sea en el último año de mandato y cuando todo el mundo coquetea más con su posible sucesor que con él, significa en este país perder y Patrocinio González tuvo que abandonar ayer la Secretaría de Gobernación.
La última jugada sucia de los servicios policiales bajo control de González Garrido fue querer endosarle a la Fiscalía General de la República, hasta ayer comandada por Carpizo, un podrido informe en el que son señalados como dirigentes guerrilleros varios miembros de la Iglesia católica. Entre ellos, el propio obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz, y al menos doce de los sacerdotes que tiene repartidos por la selva enseñándoles el Evangelio a los indios, y evitando la proliferación de sectas religiosas alentadas por los políticos locales para mermar la influencia de la Iglesia Católica.
La canallada del informe, que fue publicado por el influyente diario Excelsior, tenía como fin no sólo desprestigiar a Ruiz, a quien en México se le conoce como el obispo de los pobres, sino buscar culpables fáciles cuando ni el Ejército en Chiapas ni la Policía en Ciudad de México han sido capaces de aplastar la sublevación armada y la oleada terrorista posterior.
Jorge Carpizo cortó por lo sano este podrido informe contra el clero popular de San Cristóbal de las Casas y lo desvinculó de la Fiscalía General de la República. El informe había sido alentado por la oligarquía chiapaneca de ganaderos, hacendados y madereros de origen criollo que, junto al PRI local, constituye el gran poder fáctico, de este Estado que ha podido llegar 1994 con estructuras coloniales y feudales. Chiapas, por el poder de sus terratenientes, fue el único Estado de México donde no triunfó la Revolución de 1910.
Comisión de paz
El otro nombramiento importante fue el de comisionado para la Reconciliación y la Paz, que, recayó en Manuel Camacho, el hombre que perdió frente a Luis Donaldo Colosio a finales de noviembre el destape presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Considerado un hombre de concertación, Camacho ha durado podo más de un mes como canciller de México, el cargo con el que fue compensado tras su derrota.
Ahora, sin embargo, Camacho, que pidió desempeñar su nueva función sin sueldo y sin crear ninguna estructura gubernarnental nueva, se convierte en el hombre en el que Salinas ha depositado toda su confianza para que se resuelva por la vía pacífica y de la negociación política el conflicto armado de Chiapas, ensuciado en los últimos días por la vil actuación indiscriminada del Ejército contra la población civil inocente.
En el momento de anunciar su nombramiento, el presidente dijo que Camacho dispondrá de "una flexibilidad muy amplia de acción" y tendrá "acceso permanente al más alto nivel en el Gobierno". La crisis quedó cerrada con los nombramientos de los juristas Diego Valadés y René González de la Vega como nuevos procuradores generales de la República y del Distrito Federal.
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