Entra en vigor el Tratado de Biodiversidad de la ONU

El Tratado de Biodiversidad de Naciones Unidas cuyo objetivo es conservar las especies de fauna, flora y microorganismos del planeta y los espacios naturales que precisan entró ayer en vigor. Hasta ahora 40 países, incluida España y el resto de la Unión Europea, han ratificado este convenio aprobado en 1992 en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro.Los conflictos de intereses entre países pobres económicamente pero ricos en recursos naturales, y los desarrollados, que tienen las tecnologías necesarias para explotar la riqueza biológica esté donde esté, han sembrado de obstáculos la aprobación del Tratado, y aún pueden convertirlo en papel mojado.

El Tratado especifica tres objetivos: "La conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos, mediante, entre otras cosas, un acceso adecuado a esos recursos y una transferencia apropiada de las tecnologías pertinentes...".

La Cumbre de Río decidió que el Tratado se financiaría a través del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), pero su última reunión, celebrada recientemente en Colombia, para decidir su estructura y financiación a partir de mayo de 1994, acabó en un completo fracaso, lo que cuestiona ahora seriamente la puesta en marcha del Tratado.

España, que aún aspira a que Sevilla sea la sede definitiva del Tratado -hoy provisionalmente en Ginebra-, ha preparado ya el borrador de su Estrategia para la conservación sostenible de la diversidad biológica, texto que los países firmantes deben desarrollar para precisar qué diversidad biológica van a proteger en su territorio y con qué medios. España es uno de los países más ricos de Europa en biodiversidad.

Se han estudiado cerca de millón y medio de distintos organismos vivos en la Tierra. No se sabe cuántas especies existen, aunque las estimaciones apuntan unos diez millones. Tampoco se puede precisar cuántas especies se están extinguiendo por destrucción de hábitats o por sobreexplotación. Algunos expertos calculan que en 30 o 50 años podría desaparecer un cuarto de las especies actuales.

"Es imperativo tomar decisiones hoy si esperamos detener la alarmante pérdida de biodiversidad. A mayor diversidad, mejor oportunidad para descubrimientos médicos, crecimiento de la economía y adaptación a circunstancias cambiantes, dando como resultado un bienestar general", ha señalado Elisabeth Dowdeswell, directora ejecutiva del PNUMA.