Los Doce acuerdan ratificar el Tratado sobre Cambios Climáticos

Los Doce adoptaron ayer una posición común sobre la regulación del reciclado de embalajes (papel, cartón, vidrio y demás) y rompieron el bloqueo que paralizaba la ratificación del Tratado sobre Cambios Climáticos. El acuerdo sobre el reciclado limitará el tránsito de residuos para reciclar o ya reciclados con objeto de evitar que los países del norte impidan el desarrollo de la industria del reciclado en los países del sur.

Los Doce acordaron ratificar el tratado sobre cambios climáticos que les obliga a que en el año 2000 los niveles de emisiones de anhídrido carbónico (CO2) no superen los que se alcanzaban en 1990. Los Estados miembros, sin embargo, no se pusieron de acuerdo sobre el sistema a utilizar para cumplir ese objetivo. Se limitaron a ratificar las directrices políticas establecidas en el Consejo Europeo del 10 y 11 de diciembre últimos, que recomienda limitar las emisiones a través de medidas fiscales, pero sin entrar en si esta penalización debe ser a través de un impuesto específico que grave la emisión de CO2, si se ha de hacer a través de un impuesto energético más genérico, o de otra manera.

Entrada en vigor

La decisión política de ratificar el acuerdo de Cambios Climáticos, ya ratificado por países de peso como Estados Unidos, Japón y China, abre la vía para que el tratado alcance el número mínimo de países ratificantes que le permita entrar en vigor en la próxima primavera.[La delegación española, presidida por la Secretaria de Estado para Medio Ambiente, Cristina Narbona, reiteró su posición favorable, en términos generales a este impuesto, según fuentes del Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente. Pero esto siempre que tenga en cuenta la enorme diferencia existente entre los países miembros en cuanto a los respectivos niveles de emisión de CO2 y se acepte, por tanto, una distribución equitativa de la carga fiscal.]

La propuesta de directiva sobre reciclado que debe ahora recibir el visto bueno del Parlamento Europeo y posteriormente la aprobación definitiva del consejo de ministros, establece unas horquillas mínimas y máximas de reciclado, de forma que la reutilización de embalajes alcanzará al menos al 50% de la producción de cada país medida en peso pero no podrá superar el 65%.

El reciclado de los componentes de los embalajes afectará al menos al 25% y como máximo al 45%. también en peso, con un mínimo del 15% de cada material. Estos niveles se deberán alcanzar de forma escalonada en un periodo de cinco años desde la entrada en vigor de la directiva.

La fijación de porcentajes máximos de reciclado y reutilización tiene por objeto impedir que la preeminencia de la industria del reciclado en los países del norte impida el desarrollo de esta industria en los países del sur del la Unión, donde está menos desarrollada. En España, por ejemplo, los fabricantes de papel reciclado topaban con el incoveniente de que el papel que producían era mucho más caro que el papel reciclado alemán, por lo que su producción no encontraba salida en el mercado.

El acuerdo alcanzado en el consejo de ministros de Medio Ambiente, en la noche del miércoles al jueves, se aprobó por mayoría, sin el apoyo de Alemania, Holanda y Dinamarca. A pesar de esta falta de unanimidad, el acuerdo contempla excepciones tanto por arriba como por abajo. Así, Portugal, Irlanda y Grecia quedarán exentas por un periodo transitorio en razón de su situación geográfica específica y de su débil nivel de consumo en este dominio.