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La ONU reanuda los convoyes de ayuda a Bosnia pese a las trabas impuestas por las milicias

Un convoy de la ONU con ayuda humanitaria, escoltado por vehículos blindados, salió ayer de la ciudad croata de Metkovic con destino a Bosnia central, en lo que se considera la primera respuesta al compromiso firmado, el jueves pasado en Ginebra por los tres beligerantes bosnios para permitir el paso de la ayuda. La ONU había suspendido el 25 de octubre la circulación de sus caravanas civiles hacia Bosnia central desde Split tras la muerte de un conductor danés por un firancotirador. Otro convoy consiguió Regar ayer al sector musulmán de Mostar. Todos los bandos pusieron trabas al paso de ayuda.

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El convoy que partió de Metkovic, de nacionalidad británica, intenta hacer llegar a bordo de 32 camiones 260 toneladas de harina a los almacenes del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) de Zenica (en poder del Ejército musulmán), a través de la carretera, actualmente cubierta de nieve, que une la costa adriática con Bosnia central.La caravana se dirigió hacia la localidad de Tornislavgrad, controlada por las fuerzas croatas, donde tenía previsto pasar la noche. Los camiones tienen que cruzar Gorni-Vakuf (a unos 70 kilómetros al oeste de Sarajevo), que ha sido escenario de intensos combates entre musulmanes y croatas.

La decisión de enviar el convoy humanitario se tomó después de una última reunión, el lunes, entre el general John Reith, comandante de las fuerzas británicas, y el nuevo comandante de las milicias del Consejo de Defensa Croata (HVO), Ante Rosso. Este último indicó que haría "todo lo posible para garantizar la seguridad de los convoyes".

Obstáculos serbios

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Las fuerzas serbias, por su parte, mantenían bloqueados en la frontera entre Serbia y Bosnia tres convoyes humanitarios que salieron de Belgrado con destino a las localidades de Tuzla, Srebrenica y Gorazde, estas dos últimas en Bosnia oriental.

En Sarajevo, los milicianos serbios autorizaron a última hora de ayer la evacuación y el paso por sus puestos de control en las afueras de la capital bosnia de un grupo de enfermos y heridos que fueron embarcados en un avión canadiense para recibir atención médica en un país extranjero. Los mandos militares serbios condicionaban la salida de estos civiles (14 enfermos y 17 miembros de sus familias) a la suerte de una familia serbia bosnia de tres personas, afirmando que aquella no había recibido ayuda humanitaria.

Radovan Karadzic, líder de los serbios de Bosnia, anunció desde su cuartel general en Pale que los enfermos tenían permiso para abandonar Sarajevo. El cabecilla serbio autorizó asimismo el paso de un convoy de ayuda con destino a Bosnia central, procedente de Zagreb. Los 10 camiones de esta caravana llevaban 100 toneladas de ayuda de urgencia y material de abrigo.

La luz verde para el paso de algunos convoyes con ayuda humanitaria no ha ido acompañada de gestos de los responsables militares que indiquen una voluntad pacificadora. Antes al contrario, el general Ante Rosso, líder del HVO, hizo un llamamiento a sus tropas para que estén preparadas para "la batalla decisiva contra el enemigo [musulmán] con el objetivo de su aniquilación militar" en un mensaje publicado por el diario croata Vecernji List.

El general Rosso, nombrado recientemente al frente del HVO, pidió a sus unidades disciplina y amenazó con sanciones "inmediatas" a los autores de crímenes de guerra. "Estarnos dispuestos a condenar y a castigar inmediatamente todas las muertes de civiles, ancianos y mujeres, los incendios y robos de bienes particulares, las violaciones y cualquier otro tipo de violencia", advirtió Rosso. Es la primera vez que un responsable del HVO reconoce tan claramente la culpabilidad de sus tropas de tales crímenes.

Reunión de Ginebra

Los mediadores de la CE y de la ONU esperaban, sin demasiada ilusión, la reunión que los protagonistas bosnios y yugoslavos que, a partir del lunes próximo en Ginebra, debería permitir el relanzamiento del proceso de paz y la garantía del libre paso de la ayuda humanitaria a través de Bosnia-Herzegoviona.

Los presidentes de Serbia, Slobodan Milosevic, y de Croacia, Franjo Tudjman, han sido invitados a participar en la nueva ronda negociadora, según anunció un portavoz de la ONU en la ciudad suiza. Los mediadores también han pedido al secretario norteamericano de Estado, Warren Christopher, y al ministro ruso de Asuntos Exteriores, Andréi Kózirev, el envío de representantes.

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