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Autores españoles critican el personalismo que rodea al Parlamento Internacional de Escritores

La mayoría acoge la iniciativa con buenos ojos, pero duda de su eficacia

La reciente creación en Estrasburgo de un Parlamento Internacional de Escritores, acordada en el marco del Carrefour des Littératures, ha vuelto a poner sobre la mesa un tema tan controvertido como es el del compromiso de los escritores actuales y la conveniencia de organizar nuevas plataformas para encauzar esta idea. Los escritores españoles, en general, han acogido bien la iniciativa, aunque algunos se muestran escépticos sobre la eficacia que pueda tener una institución de este tipo y otros denuncian el excesivo personalismo con el que ha nacido este parlamento.

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Aunque algunos escritores prefieren no opinar sobre el tema, sea por desconocimiento, por escepticismo o simplemente por prudencia, un buen número de ellos considera buena, pero con matices, la creación del Parlamento Internacional de Escritores, surgido en Estrasburgo en un encuentro en el que participaron destacados escritores, como Susan Sontag, Toni Morrison y Juan Goytisolo.Andrés Sorel, presidente de la Asociación Colegial de Escritores de España, está de acuerdo, en principio, "en crear un parlamento de escritores", pero añade: "Creo que no debe estar circunscrito a un caso determinado, sino que debería abarcar todos los fenómenos de represión que se dan en el mundo sobre los escritores. Y en este sentido quería recordar a Juan Goytisolo la represión en Marruecos o en Irán".

José Luis Giménez Frontín, presidente de la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña, ve "con interés" la creación del Parlamento de Escritores "porque en Europa están pasando cosas en las que los escritores no damos la talla y puede ser un foro útil de reflexión". "De todos modos", añade, "me inquieta cómo se ha gestionado ese parlamento; ha nacido como una iniciativa demasiado individual, dando voces a amigos y conocidos. Si se hubiera hecho de otra manera, las adhesiones habrían podido ser más masivas. Se ha personalizado demasiado en dos o tres personas y el proyecto ha nacido un poco en confrontación con las entidades oficiales".

Horacio Vázquez Rial, que intentó hace unos años impulsar un Pen Club español operativo, señala: "Creo que es necesario el parlamento; precisamente en función de eso, en su momento intentamos la recreación del Pen. Pero probablemente esto será bastante mejor, porque el Pen Club Internacional tiene la carga de haber sido instrumento de guerra fría y este parlamento nace, en cambio, liberado de toda acción del pasado".

"Todo esto va acompañado de una distorsión del papel del intelectual", añade Vázquez Rial. "Se pide al intelectual que actúe como hace 10 años cuando hay una situación que se acabó. Antes era muy sencillo. O estabas del lado del socialismo o del capitalismo. Ahora esto ya no puede ser así".

Buena intención

Fernando Savater, ajetreado como está estos días con la publicación de El jardín de las dudas, novela finalista del Planeta, no duda en ver conexiones volterianas en la formación de este nuevo parlamento. "Me parece una idea bien intencionada", comenta, "muy volteriana, como mi novela". Y añade con una sonrisa': "Pero ¡qué horror!, crear un nuevo parlamento, como si no hubiera bastante...".

Un escritor con experiencia en temas parlamentarios, el eurodiputado socialista Xavier Rubert de Ventós, enfoca así el tema: "Es una iniciativa válida, ya que los parlamentos son muy pragmáticos y los escritores son a veces muy utópicos. Lo sé porque yo lo he sufrido en carne propia. El Parlamento de Escritores puede servir, por tanto, para hacer declaraciones menos personalistas que las de Susan Sontag y para proponer cosas más viables".

José María Guelbenzu,- por su parte, considera "positiva" la iniciativa: "Creo que este tipo de movimientos generan apoyos al escritor que, en cuanto independiente, está a menudo en conflicto con el poder, y siempre es bueno que salga alguien dispuesto a defenderlo". "Me parece muy bien", añade, "que en un momento como éste, en el que hay amenazas en el horizonte, salga de nuevo la figura del escritor comprometido, en la que siempre he creído".

Román Gubern, futuro director del Instituto Cervantes de Roma, considera que el nuevo parlamento "es fundamentalmente testimonial, y añade: "Creo que los intelectuales tenemos conciencia de nuestra poquísima fuerza; de todos modos, me parece útil en la medida que pueda presionar sobre la opinión publica". Juan José Millás, por su parte, confiesa que es "muy escéptico en cuanto a los resultados, pero no hay duda de que hay que apoyar una iniciativa de este tipo".

"No me parece mal en principio", apunta Jon Juaristi. "No sé si la estructura de un parlamento es lo más conveniente para crear un foro de escritores, pero desde luego alguna instancia de este tipo es necesaria". Carme Riera también se pronuncia a favor, pero se pregunta: "¿Cuál será la fuerza multinacional que conseguirá sacar la iniciativa adelante?".

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