Serbia acepta una nueva conferencia de paz si la ONU levanta las sanciones

El primer ministro de Yugoslavia (Serbia y Montenegro), Radoje Kontic, manifestó ayer que su país aceptaría participar en la conferencia balcánica propuesta por Alemania y Francia si la ONU levanta las sanciones económicas contra Belgrado. Entretanto, el viceministro de Exteriores ruso, Vitali Churkin, inició anoche su nueva gira balcánica dedicada "a las consultas sobre la situación" en la región dentro de una ofensiva diplomática de varios países para convencer a los serbios.En Belgrado, su primera parada en la gira, Churkin tiene prevista la reunión con el presidente de Serbia, Slobodan Milosevic; en Pale (en territorio de Bosnia ocupado por los serbios), debería entrevistarse con el líder serbo-bosnio Radovan Karadzic; en Sarajevo, con el presidente bosnio, Alia Izetbegovic; y en Zagreb con el presidente croata, Franjo Tudjman. Churkin sigue en gran medida el itinerario diplomático recorrido esta misma semana por el ministro de Exteriores griego, Carolos Papoulias, representante del único país amigo de los serbios en la comunidad internacional.

Los mediadores internacionales ofrecen diferentes propuestas para la solución del conflicto en la antigua Yugoslavia: bien una conferencia internacional que abordaría los problemas en un mismo bloque (Bosnia, Krajina, Kosovo); o bien la propuesta franco-alemana sobre, el levantamiento gradual del embargo contra Yugoslavia a condición de conseguir la paz en Bosnia.

Belgrado rechazó la idea de una conferencia internacional temiendo que abordara el problema de Kosovo, calificado como una cuestión interna. "Una conferencia de ese tipo exige un largo periodo de preparación, pondría en peligro el proceso de paz y provocaría la escalada de la guerra estimó Radoje Kontic.

"Embargo injustificado"

Sin embargo, Kontic precisó que Yugoslavia aceptaría la participación en una conferencia balcánica bajo la condición de que el embargo fuera levantado. Las autoridades serbias y yugoslavas envían numerosas cartas a la ONU y a las capitales europeas exigiendo el levantamiento del "injustificado e infundado embargo".

Por otra parte, la liberación de los dos policías bosnios secuestrados el lunes por los serbios cuando escoltaban al arzobispo católico de Sarajevo permitió ayer que se reanudara la evacuación de civiles serbios. Portavoces de los cascos azules informaron ayer que los dos policías se encontraban ya en Sarajevo. Esta liberación era la condición impuesta por el Gobierno de Bosnia, de mayoría musulmana, para proseguir con la evacuación de más de 300 serbios que fue suspendida el pasado martes.