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LA GUERRA DE LAS TASAS

100.000 estudiantes se manifiestan en toda España

La actividad académica quedó paralizada en la mayor parte de los 'campus'

Alrededor de 100.000 estudiantes universitarios de toda España se manifestaron ayer contra la subida de las tasas en las principales ciudades universitarias, en cuyos campus la actividad académica quedó prácticamente paralizada. La jornada de huelga y de manifestaciones, que trascurrió sin incidentes notables, fue convocada por la Coordinadora Estatal de Estudiantes, las delegaciones de alumnos y el Sindicato de Estudiantes. Numerosos centros de enseñanzas medias se sumaron también a la protesta, sobre todo en Madrid, donde se registró la manifestación más multitudinaria, con la participación de cerca de 40.000 jóvenes. En Sevilla fueron unos 20.000, y en Barcelona, alrededor de 15.000.

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Gritos y pancartas

Ni el frío, ni la intensa lluvia impidieron que cerca de 40.000 estudiantes de las universidades madrileñas acudieran a la manifestación convocada por la Coordinadora Estatal de Asociaciones de Estudiantes. Una hora antes de que se iniciara la marcha estudiantil, que transcurrió entre Moncloa y la Plaza de España, cientos de jóvenes se daban cita en los alrededores de a ciudad universitaria de a Complutense.A la cabeza de la manifestación, en una enorme pancarta que portaban los representantes de la Coordinadora Estatal de Asociaciones de Estudiantes y representantes oficiales de delegados de facultades, podía leerse: "Por una universidad pública, no a la subida de tasas", lema principal de los organizadores. A la hora prevista, 12 del mediodía, comenzaba la marcha, que discurrió pacíficamente custodiada por un cordón de alumnos encargados de mantener el orden. Pese al frío, el ambiente estaba caldeado. Momentos antes del inicio de la manifestación, representantes de la Coordinadora y del Sindicato de Estudiantes, mantenían un forcejeo verbal sobre quiénes debían encebezar la marcha. Alentados, quizá, por el éxito de la convocatoria (50.000 estudiantes según los organizadores, 37.500 calculando tres personas por metro cuadrado concentradas entre la calle de Ventura Rodríguez y el cine Avenida, en la Gran Vía), ambas organizaciones estudiantiles pretendían alzarse con el protagonismo.

Finalmente, se adoptó la decisión de que la Coordinadora encabezara la manifestación, mientras que el Sindicato de Estudiantes tuvo que conformarse con la retaguardia.

Estudiantes 'eternos'

Resultaba curioso ver algunos rostros de estudiantes eternos que estuvieron en primera línea durante las movilizaciones estudiantiles de 1986-87. Entre ellos, Juan Ignacio Ramos, antiguo líder del Sindicato de Estudiantes, que, megáfono en mano, arengaba a los estudiantes a corear consignas que también se hicieron famosas en aquellos años.

No obstante, la mayor parte de los asistentes eran rostros nuevos, y muy combativos, a juzgar por las consignas y los gritos coreados a lo largo del recorrido, que finalizó en la Plaza de España. Entre las más coreadas, "El hijo de Solchaga seguro que no paga", "Manos arriba: esto es un atraco" "Subidas de tasas, no", o "Ministro pesetero: nos quitas el dinero".

En la plaza de España el profesor de filosofia de la Universidad Autónoma de Madrid, Javier Sádaba, dio lectura al comunicado oficial de la Coordinadora. En su manifiesto los estudiantes califican de "abusiva, arbitraria e injusta" la subida de las tasas, que consideran una "agresión sin precedentes al derecho a la Educación, al dificultar el acceso de los estudiantes de rentas inferiores a la enseñanza superior".

"Siempre he apoyado a los estudiantes", declaraba Sádaba a este periódico, "pero en esta ocasión con más fuerza, porque creo que estamos ante el nacimiento de un nuevo movimiento estudiantil y, sobre todo, porque estos jóvenes se plantean con seriedad abordar los verdaderos problemas de la universidad pública española". Al finalizar el acto, un reducido grupo de estudiantes permaneció apostado en la Gran Vía encarando a las fuerzas de la policía, aunque terminaron disolviéndode sin llegar hasta la. sede del Ministerio de Educación, corno pretendían.

En Madrid, sólo en la Universidad Politécnica se desarrollaron las clases con relativa normalidad, puesto que la inasistencia a las aulas fue también notable. Los delegados de los alumnos de esta universidad suscribieron con las asociaciones agrupadas en la CRAE el acuerdo con el ministerio que dio lugar a la segunda orden ministerial, la del 2 de octubre, por la que se limitaba al 12% la subida de las tasas. En las cuatro restantes universidades del distrito sólo se impartieron algunas de las primeras clases y eso en muy pocos centros. Fuentes de las organziaciones estudiantiles calculan que a la huelga de los universitarios se sumaron más de cincuenta centros de enseñanzas medias.

El carácter pacífico y fuertemente reivindicativo de la movilización estudiantil de Madrid, se reprodujo en las manifestaciones que tuvieron lugar en casi todas las capitales de provincias con distrito universitario.

En Cataluña, donde la Generalitat tiene competencias plenas en materia de universidades, la huelga fue secundada masivamente. A partir de las 11, las clases se suspendieron en la práctica totalidad de los centros. La manifestación, en la que participaron unos 15.000 jóvenes, fue la más numerosa. En Santander unos 1.000 estudiantes se concentraron ante el rectorado de la universidad de Cantabria. El paro, según el sindicato estudiantil, fue secundado por unos 13.000 estudiantes.

En Salamanca se manifestaron unos 14.000 jóvenes, según los organizadores, y 10.000 según la Policía Municipal. En Valladolid, según la misma fuente, hubo entre 8.000 y 10.000 estudiantes, acompañados por trabajadores.

En Oviedo se manifestaron entre 3.000 y 6.000 estudiantes, y también fueron a la huelga unos 40.000 alumnos de enseñanzas medias, el 50% de los estudiantes de este nivel.

En Extremadura paró el 90% de los estudiantes de sus dos campus. En Cáceres se manifestaron 500 y 1.000 en Badajoz, donde cuatro estudiantes fueron detenidos y posteriormente puestos en libertad por realizar una sentada en la carretera Radial V.

En la universidad de La Laguna (Tenerife), la Coordinadora de Estudiantes no secundó la convocatoria de huelga, si bien los alumnos de las facultades de Filosofía y Pedagogía faltaron a clase y unos 300 estudiantes se manifestaron en el recinto universitario. Sí la siguieron, sin embargo, los estudiantes de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, que también se lanzaron a las calles.

La mayoría de los estudiantes de las cuatro universidades del País Valenciano participaron en la huelga, a la que se sumaron algunos centros de enseñanzas medias. Sólo la Universidad Jaume I de Castellón vivió una jornada lectiva normal.

Unos 20.000 estudiantes, según el Consejo de Alumnos del Distrito Universitario de Sevilla (CADUS), se manifestaron en la capital andaluza en protesta por las tasas y para demandar 10.000 nuevas plazas en Sevilla. La marcha, en la que según la policía local había 10.000 personas, ha sido la más multitudinaria de cuantas se han realizado en la Universidad Hispalense, asegura el CADUS. En el resto de Andalucía "la práctica totalidad de los alumnos secundaron el paro", según la Consejería de Educación. La excepción fue Córdoba, donde se suspendieron las clases por la celebración de un claustro de profesores.

En Galicia la protesta tuvo una repercusión muy desigual y las movilizaciones contaron con nutrida presencia de estudiantes de enseñanza media. Algunos sectores universitarios dieron su visto bueno a la propuesta que hoy aprobará el Consello, en funciones, de la Xunta y que fija un incremento del 8%.

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