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Goteras en la Biblioteca Nacional y el Parlamento

La Biblioteca Nacional sufrió ayer una ligera gotera en la sala de ficheros. La filtración fue descubierta sobre las cuatro de la tarde y cortada en menos de una hora, según el director del Departamento de Acceso a la Información y al Documento, Xavier Agenjo. La zona afectada, en la planta baja del edificio, corresponde a un antiguo tragaluz y no ha sido reformada todavía. "Las gotas entraron entre dos ladrillos. Pusimos un plástico arriba en el techo y dejó de caer agua. Las señoras de limpieza, con bayetas y fregonas, se encargaron de secar", comentó Agenjo. El agua no dañó los fichas de cartón, resguardadas en archivadores de madera lacada. La información de este fichero ha sido pasada a microfilmes, ubicados en otra sala.A las 20 horas, cuando la lluvia ya había escampado, sobre los ficheros A-D y M-N caían gotas del techo con una frecuencia aproximada de un minuto. Casi la misma con la que encargadas de limpieza pasaban la bayeta. Por dentro, los ficheros de los libros comprendidos entre las citadas letras guardaban su sequedad. El techo mostraba algún que otro desconchado en las zonas de filtración.

"Aquí no ha pasado nada", decía una portavoz de la Biblioteca Nacional. Varios lectores del centro corroboraron esta afirmación. Versión distinta ofreció otro usuario de la sala, para quien las goteras fueron "desmedidas". Este investigador, que acude diariamente al centro a consultar legajos, prefirió ocultar su identidad por miedo "a represalias".

El edificio de la Biblioteca Nacional, que corona el madrileño paseo de Recoletos, fue construido el siglo pasado. El inmueble ha iniciado una profunda transformación y modernización de sus instalaciones en los últimos cinco años.' Las obras han costado cerca de 4.000 millones de pesetas, cantidad que en los próximos dos años ascenderá hasta los 7.000 millones. Las obras en la zona afectada por las gotas se iniciarán en 1995. Unas 76.000 personas han visitado en lo que va de año la sala de lectura anexa al fichero.

La intensa lluvia caída ayer tarde en Madrid abrió también fugas sobre el techado del Congreso de los Diputados. Las filtraciones de agua fueron detectadas por la bóveda de uno de los salones contiguos al hemiciclo del edificio por el diputado del PP, Luis de Torres, quien reclamó de un ujier un cubo y una fregona.

La ministra de Cultura, Carmen Alborch que acababa de intervenir en el pleno se acercó a observar la gotera y ante la mirada de los periodistas se apresuró a decir: "Que conste que yo no soy gafe ¿eh?. Lo que pasa es que aquí en Madrid llueve raro". A última hora de la tarde, las goteras fueron reparadas.

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