Rusia prohíbe los vertidos nucleares en el mar de Japón

El primer ministro de la Federación Rusa, Víctor Chernomirdin, decidió ayer prohibir los vertidos de desechos nucleares en el Mar de Japón. El pasado fin de semana, un buque ruso de la Marina de Guerra arrojó 900 metros cúbicos de residuos líquidos de baja radiactividad a unas 340 millas náuticas (550 kilómetros) de la costa nipona. La operación contemplaba una segunda fase con el vertido de otros 800 metros cúbicos de basura nuclear en la misma zona, y que estaba prevista para noviembre.El vertido levantó inmediatamente fuertes protestas internacionales, y especialmente de los países más afectados, Japón y Corea del Sur, y de la organización ecologista Greenpeace, que se encargó de lanzar al mundo la voz de alarma y difundir las imágenes del barco ruso.

El portavoz del Gobierno japonés, Masayoshi Takemura, consideró ayer un éxito diplomático el desenlace de las tensiones entre Rusia y Japón por este motivo, y declaró: "Japón aprecia mucho la decisión política de cesar los vertidos después de que Moscú recibiera la petición de Tokio".

La medida fue anunciada en rueda de prensa por el ministro ruso de Ecología, Víctor Danílov-Danilian, quien avisó que se verían obligados a reanudar los vertidos si no consiguen construir las instalaciones precisas para tratar estos residuos en un plazo de año y medio. Estimó que su coste será de 8,5 millones de dólares (unos 1.100 millones de pesetas) y pidió ayuda financiera del extranjero.

El Gobierno japonés ya se ha mostrado dispuesto a abrir negociaciones para destinar al tratamiento adecuado de los residuos radiactivos parte de los 100 millones de dólares (13.000 millones de pesetas) que ha prometido como ayuda a Rusia para desmantelar su arsenal nuclear. Las negociaciones se llevarán a cabo en noviembre. Por este asunto viaja hoy mismo a Japón el ministro ruso de Energía Atómica.