Fuerte controversia por la fumigación de marihuana en un parque de Colombia

La anunciada fumigación que se iniciará estos días con glifosato de los enormes cultivos de marihuana plantados este año en la Sierra Nevada de Santa Marta, en el norte de Colombia, está levantando una enorme polémica. Esta controvertida medida tomada por el Gobierno para luchar contra el narcotráfico entraña muchos inconvenientes, porque esta sierra es parque nacional y está considerada como una de las zonas ecológicamente más ricas de América. Además, el glifosato, que algunos consideran como uno de los herbicidas; más tóxicos, puede afectar a otros cultivos y a las poblaciones; de indígenas.La cosecha de marihuana de este otoño será una de las mayores en los últimos años, según las autoridades antinarcóticos. La extensión actual de los cultivos, de la hierba alucinógena, cuya variedad local se conoce internacionalmente como Santa Marta gold, se calcula en 3.000 hectáreas, 2.000 más de las registradas en 1989, año en que un informe oficial calificó la situación como "controlada".

La zona tradicional de cultivo de marihuana es la Sierra Nevada de Santa Marta, la montaña de litoral más alta del mundo, parque nacional y laboratorio excepcional para investigaciones, ya que posee todos los pisos térmicos -desde el mar hasta la nieve de las cumbres de Cristóbal Colón y Simón Bolívar, a 5.700 metros de altura-. Es tal la riqueza vegetal e hidrográfica de la Sierra Nevada que el cronista de la conquista fray Pedro Simón dijo al conocerla: "Si hay algún paraíso terreno en estas tierras de indios, parece ser éste". Debido a este interés ecológico, el control del cultivo ilícito, mediante la fumigación con el herbicida glifosato, se hace más difícil y se convierte en un problema que enfrenta a la policía con los defensores del medio ambiente.

Daños para el aguacate

La fumigación, que la Dirección Nacional de Estupefacientes prevé realizar antes de la recolección de la cosecha, amenaza con desatar nuevos enfrentamientos sobre las consecuencias y eficacia de este tipo de operaciones. El Gobierno autorizó en 1988 la fumigación con glifosato como una forma de erradicar estos cultivos ilícitos.Muchos piensan que, a juzgar por la extensión actual de las plantaciones no ha surtido efecto alguno. En cambio, ha dañado gravemente las plantaciones de aguacate, "único cultivo de comercialización que tienen los campesinos e indígenas de la zona", según explican varios expertos del Instituto de los Recursos Naturales, quienes consideran que el glifosato es perjudicial. Las autoridades antinarcóticos opinan lo contrario.

El botánico Jesús Hidrobo, que asesora a la Policía Antinarcóticos, afirma: "El herbicida se utiliza desde 1976 para la maduración de cultivos de caña de azúcar en Colombia y no produce ningún efecto en el suelo y en el agua. Al cabo de dos meses queda inactivo". Sin embargo, un documento del Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional afirma: "En un estudio de 1986 hecho en California, el glifosato ocupó el cuarto lugar en toxicidad de las 143 sustancias químicas examinadas".