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RELIGIÓN

Belloch ofreció a un jesuita dirigir la política religiosa del Gobierno

El nuevo ministro de Justicia, Juan Alberto Belloch, ofreció la Dirección General de Asuntos Religiosos y Objeción de Conciencia a un jesuita: Jesús María Eguiluz, rector de la Universidad de Deusto, que declinó el ofrecimiento. No fue tarea fácil para Belloch, uno de los seis ministros independientes del gobierno que preside Felipe González, encontrar un nuevo responsable para esa dirección general que, ya vacante, fue ocupada por Pablo Santolaya, de 39 años y especialista en Derecho Constitucional.Belloch, ministro de Justicia desde el 14 de julio, realizó su ofrecimiento a Eguiluz el pasado mes de agosto, según ha podido confirmar este diario. El rector de Deusto declinó la Dirección General de Asuntos Religiosos y Objeción de Conciencia tras consultar el ofrecimiento con el padre Ignacio Cacho, responsable de la provincia de Loyola de la Compañía de Jesús, que agrupa al País Vasco y Navarra. El asunto era conocido por un restringidísimo círculo, tanto de miembros de la Compañía de Jesús como del propio Ministerio de Justicia.

Belloch mantuvo "diversas conversaciones" con Eguiluz, según las fuentes consultadas, en torno a su intención de que el rector de la Universidad de Deusto dirigiera, además de los temas vinculados con la objeción de conciencia, aquellos relacionados con la Iglesia católica y las otras tres confesiones que tienen suscritos acuerdos con el Estado -musulmanes, judíos y protestante-, que constitucionalmente se declara aconfesional.

Las fuentes consultadas no han querido explicar a este diario los motivos que Eguiluz argumentó para rechazar el ofrecimiento, aunque miembros de la Compañía de Jesús han señalado la incomodidad que, para un hermano de orden, hubiera supuesto llevar los asuntos relacionados con la Iglesia.

De haber aceptado, Jesús María Eguiluz habría sido el primer religioso en acceder a la Dirección General de Asuntos Religiosos, a la que durante el último tramo de la pasada legislatura se incorporó el área de Objeción de Conciencia. Hubo, eso sí, un caso atípico: la etapa en que Luis María de Zavala, ex jesuita, ocupó el cargo mientras Enrique Múgica era Ministro de Justicia.

Juan Alberto Belloch mantiene una amistad personal con Eguiluz, fraguada a partir de su designación, en marzo de 1986, como presidente de la Sala Segunda de lo Penal de la Audiencia de Bilbao. Ambos fueron miembros fundadores de la Asociación pro Derechos Humanos del País Vasco, de la que Belloch fue presidente y a la que todavía pertenece como miembro de la Junta Directiva.

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