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El déficit acumulado por la red sanitaria pública supera los 500.000 millones de pesetas

Algunos hospitales se ven obligados a cerrar camas y reducir plantilla

Milagros Pérez Oliva

Sólo los hospitales de la red pública de Cataluña acumulan desde 1991 un déficit de explotación superior a los 45.000 millones de pesetas anuales, según datos de la central de balances del Servicio Catalán de Salud. Ello significa que, desde 1991, los hospitales públicos de Cataluña han acumulado un déficit superior a los 150.000 millones de pesetas. Diversas fuentes estiman que el déficit de la red sanitaria española supera los 500.000 millones de pesetas.

Fuentes del Consejo Interterritorial de Sanidad, organismo del que forman parte el Ministerio de Sanidad y las consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas con competencias sanitarias, estiman que el déficit acumulado en la red sanitaria supera los 500.000 millones de pesetas, aunque todas coinciden en que la cifra puede resultar mayor debido a la dificultad de cálculo que comporta el fraccionamiento de la red. Esta cifra englobaría el déficit de los ejercicios de 1992 y 1993 más el remante de déficit acumulado hasta diciembre de 1991 que, según estas fuentes, no afloró cuando el Gobierno decidió aprobar un crédito extraordinario de 561 millones de pesetas.Los datos relativos a Cataluña permiten efectuar una aproximación al problema financiero que atraviesa la sanidad española, a partir en este caso de datos contratados por la Central de Balances del Servicio Catalán de Salud, similar a la que funciona en el Banco de España.

Se trata de un instrumento de control de la gestión que evalúa las cuentas de explotación y los balances anuales de todos los centros hospitalarios agrupados en la Red de Hospitales de Utilización Pública de Cataluña, que incluye tanto los hospitales de la Seguridad Social como los concertados con ella. Esta central permite comparar la gestión de hospitales de similar envergadura, por lo que constituye un eficaz instrumento para determinar desviaciones anómalas.

El conjunto de los hospitales concertados, que en Cataluña atienden a tres de cada cuatro enfermos de la Seguridad Social, acumularon un déficit en 1991 algo superior a los 20.000 millones de pesetas, a los que hay que sumar otro déficit de 25.000 millones en los hospitales propios de la Seguridad Social. Estas desviaciones sobre el presupuesto oficial de 1991 se han consolidado para los ejercicios de 1992 y 1993, incrementadas en el coste de la vida. Una parte del déficit de 1991 está cubierta por el crédito extraordinario aprobado por el Gobierno, pero el resto de la deuda no está cubieta. Parecidas desviaciones se producido en el resto de la red sanitaria española.

Según han confirmado varios gerentes consultados, la situación es insostenible y muchos centros atraviesan serios problemas de tesorería que les obligan a pedir créditos a las entidades bancarias, lo cual agrava todavía más su situación por los altos costes financieros que la deuda comporta. Varios centros hospitalarios están reduciendo plantilla y cerrando camas hospitalarias.

Presupuestos irreales

Fuentes del Consejo Interterritorial coinciden en que la situación en Cataluña no es muy diferente de la del resto de España. El gasto sanitario ha continuado siendo en los últimos dos años superior al presupuestado en toda la red sanitaria pública española, gestionada en parte por el Insalud y en parte por los Gobiernos autónomos (Andalucía, País Vasco, Valencia y Galicia). Especialmente angustiosa es la situación financiera del sistema sanitario andaluz. "Mientras el presupuesto que se apruebe sea irreal, es decir, inferior al gasto del año anterior, no podremos abordar en serio el problema de la financiación de la sanidad, ni emprender ninguna reforma seria", declaró Xavier Trias, consejero de Sanidad de Cataluña.A esta situación se ha llegado a pesar de que el Gobierno aprobó una aportación extraordinaria que permitió aflorar 561.000 millones del déficit acumulado hasta diciembre de 1991. Una parte de esta aportación todavía no ha sido satisfecha, ya que se acordó en pago en tres plazos. Ya en el momento de la aprobación de esta aportación extraordinaria, se denunció desde distintas instancias -sindicatos y consejerías autonómicas principalmente- que una parte del déficit quedaba oculto.

La deuda ha crecido desde entonces y, aunque el Ministerio de Sanidad ha indicado que la desviación del ejercicio de 1992 fue del 8,6%, otras fuentes estiman que fue de más de un 12%.

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