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El acuerdo con Israel acentúa la división palestina

El Comité Ejecutivo de la (OLP) da luz verde al pacto para la autonomía de Gaza y Jericó

El Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) dio anoche luz verde al pacto autonómico que posibilitará la creación de un Estado palestino en los territorios ocupados de Gaza y Jericó. El acuerdo fue aprobado por nueve votos a favor y tres en contra, en una sesión celebrada a puerta cerrada en una de las sedes de la central en Túnez. Es el epílogo político de una OLP agonizante que se hunde por minutos en medio de una tempestad promovida por los sectores radicales, que condenan al presidente Yasir Arafat y desautorizan los acuerdos firmados con Israel. El primer y más importante frente opositor a Yasir Arafat ha surgido de su propio Gobierno o Comité Ejecutivo, erosionado por las críticas y las deserciones.

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La polémica estalló con toda virulencia en la tarde del pasado jueves, cuando los 13 miembros restantes de este organismo (integrado por 18) celebraron una reunión extraordinaria para sancionar el acuerdo de reconocimiento mutuo entre las dos naciones, pactado y negociado previamente en secreto en París.Cuatro de los ministros se rebelaron contra Yasir Arafat y votaron en contra del acuerdo, mientras que un quinto prefería abstenerse. A estos cinco votos desfavorables se le suman los de los otros cuatro dirigentes palestinos que se habían negado ya de entrada a acudir a Túnez (dos de ellos dimitieron ayer formalmente del Comité Ejecutivo), y el de uno más que se encuentra enfermo. La suma total de estas ausencias y disidencias superan los votos que obtuvo Arafat en esa noche. Se trata de una minoría incómoda pero suficiente que permitió al viejo líder palestino firmar la carta de reconocimiento de Israel.

Paradójicamente, uno de los más firmes opositores al reconocimiento de Israel ha sido su propio ministro de Exteriores, Faruk Kadumi, que se ha visto en los últimos meses arrinconado de las negociaciones secretas.

Durante la reunión del Comité Ejecutivo, Kadumi habló claro, expresó su oposición a los acuerdos y a la manera en que se habían negociado éstos, y votó además en contra. Junto con Kadumi se opusieron también otros tres ministros: el independiente Abdalah Hurani, el proiraquí Mahmud Ismail, y Alí Isaac, del Frente de Liberación de Palestina (FLP).

Ayer por la noche, durante tres horas volvió a actuar con firmeza el frente de rechazo interno del Comité Ejecutivo, en el transcurso de la reunión convocada para debatir el proyecto autonómico para Gaza y Jericó. Se repitieron las acusaciones mutuas y dolorosas y como consecuencia de ello quedaron aplazados algunos asuntos conflictivos, como quién representará a Palestina en el acto protocolario de la firma de los acuerdos de Washington el próximo lunes. Una vez más Kadumi encabezó la oposición a Arafat.

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Día negro

Pero la oposición también llega de fuera del Comité Ejecutivo. Los primeros en manifestarla públicamente han sido los radicales de Ahmed Yibril, del Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General (FPLP-CG), y los de Abu Musa, de la organización Fatah-Intifada. Aquéllos han hecho público un comunicado en Damasco, la capital siria, en el que califican de "día negro para Palestina" la fecha en que se firmó el acuerdo con Israel, y proponen un castigo ejemplar para Arafat. "Esto no es un acuerdo de paz", afirman con contundencia los seguidores de Ahmed Yibril, quienes vaticinan la muerte violenta de Arafat y aseguran que los autores de este asesinato serán las mujeres o los niños, ya que, en su opinión, no merece ser matado por un hombre.

Por su parte, Fatah-Intifada declaró desde Beirut: "Abu Ammar [Arafat] ha cometido un delito de traición y asumiendo nuestra responsabilidad anunciamos nuestra intención de derramar la sangre del traidor Arafat en honor de Palestina, sus mártires, su Intifada [alzamiento palestino en los territorios ocupados] y todos los sufrimientos de su pueblo". El comunicado añade que estudiará la constitución de un tribunal para juzgar al líder palestino y a su equipo de colaboradores por reconocer a la "entidad sionista".

Arafat alude directamente a la Intifada en la carta dirigida al mediador noruego Johan Joergen Holst, parte del intercambio de cartas en el reconocimiento mutuo Israel-OLP, en la que le asegura que incluirá en la declaración de principios que "la OLP insta y llama al pueblo palestino en Cisjordania y en Gaza a participar en las etapas que llevan a la normalización de la vida, rechazando la violencia y el terrorismo".

Un funcionario palestino comentó ayer en El Cairo que la Intifada se enfrentará con dificultades, y señaló que desde el comienzo del alzamiento palestino, el 9 de diciembre de 1987, Arafat dirigía el día 9 de cada mes un mensaje desde Túnez en el que pedía la intensificación de la lucha contra la ocupación israelí. Ha sido precisamente un día 9 cuando se ha producido el reconocimiento mutuo.

Movilización de Hamás

En términos similares a los del grupo de Yibril y de Abu Musa se ha manifestado el líder de los fundamentalistas musulmanes en Líbano (proiraníes), Mohamed Hussein Fadlallah, quien aseguró que la oposición al pacto Israel-OLP requiere una estrategia. El también proiraní Hamás ha empezado la movilización en los territorios ocupados.

Todas estas manifestaciones han hecho, sin duda, mella en Yasir Arafat y en la propia OLP. La central se ha cerrado en un hermético silencio, mientras una legión de periodistas de todo el mundo, especialmente norteamericanos e israelíes, permanecen incansables en el vestíbulo del hotel Hilton de Túnez.

Hasta ahora, la OLP no ha explicado nada, ni los acuerdos públicos firmados con Israel ni mucho menos las cláusulas secretas que todos los observadores políticos adivinan bajo los pliegos de los textos oficiales. Se anuncia en medios próximos a Arafat una inminente campana institucional encaminada a explicar el alcance y las razones del acuerdo con Israel, en un intento de llegar hasta Jericó con el menor número de heridos.

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