El ministro de Exteriores español alaba las virtudes de la negociación secreta
El éxito de la negociación secreta en Noruega entre Israel y la OLP, frente al estancamiento de las conversaciones que las tres facciones bosnias mantienen en Ginebra al calor de una amplia cobertura de prensa, llevó ayer al ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, a alabar los logros la diplomacia secreta."Alguna lección hay que sacar sobre las ventajas que en un momento dado del proceso negociador puede suponer ser prudente", afirmó el jefe de la diplomacia española, que precisó, no obstante, que las conversaciones de Oslo y de Ginebra son de naturaleza distinta. "Lo importante", añadió Solana, "no es la forma, sino la eficacia".
Las declaraciones de Solana, hechas al término de una entrevista con su colega de Chipre, Alexandros Michaelides, están en línea con las de otros homólogos suyos. El secretario del Foreign Office, Douglas Hurd, afirmó el jueves que demasiada transparencia puede resultar más perjudicial que beneficiosa en una negociación.
Solana puso cierto énfasis en demostrar que España no había estado ausente de un proceso de paz que se originó en Madrid, donde se celebró en el otoño de 1991 la conferencia internacional que reunió a árabes e israelíes, y recordó que en enero pasado efectuó una gira por Oriente Próximo. España no ha acogido, sin embargo, a ningún grupo de trabajo de los que se crearon tras la conferencia de Madrid a pesar de que los árabes y, sobre todo, los israelíes se mostraron interesados en celebrar alguna sesión en territorio español.
Tres días antes de la firma en Washington del acuerdo de autonomía para Gaza y Jericó, Asuntos Exteriores ignora si España y la CE serán invitadas al acto y, si así es, quién representará al Gobierno español.
Fuentes de la Casa Blanca y del Departamento de Estado han hecho saber a los medios diplomáticos españoles de Washington, a requerimiento de éstos, que en el caso de que se invite a los países que han contribuido al proceso de paz, España estaría entre ellos, informa Antonio Caño.
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