El precio de las medicinas bajará un 3%

El precio de las medicinas, excepto las especialidades publicitarias, bajará un 3% de media a partir de noviembre, tras el acuerdo alcanzado ayer entre el Ministerio de Sanidad y Consumo y Farmaindustria. De la rebaja se beneficiará tanto el usuario como la Seguridad Social, para la que supondrá un ahorro de 18.000 millones de pesetas. Es la tercera medida de contención del crecimiento del gasto farmacéutico -entre un 15% y un 19% anual. La primera reforzó el control sobre las cartillas de pensionistas y la segunda excluyó 800 fármacos de la financiación pública.

La directora general de Farmacia, Regina Revilla, explicó a EL PAÍS que el pacto supondrá una rebaja del 3% de la factura global de farmacia, que se traducirá en un descuento mayor para los medicamentos más caros (hasta del 8%). Se estudia aún el establecimiento de un tope, probablemente a partir de los que cuesten menos de 500 pesetas, para los que no habrá descuento. El objetivo de Sanidad es contener el incremento del gasto farmacéutico en un 7% anual. "Hay dos posibilidades: o que lo hagamos nosotros de manera drástica o a base de medidas que todos podamos asumir", afirmó Revilla.La rebaja va a afectar a todos los medicamentos de prescripción, que tienen actualmente en España el precio intervenido por el Estado. No se incluyen todas las especialidades de mostrador o publicitarias (productos cosméticos de farmacia, dietéticos, algunas vitaminas ... ), de precio libre.

El acuerdo responde a una petición de la ministra de Sanidad, Ángeles Amador, a la industria farmacéutica como una medida más que ayude a paliar la crisis económica, especialmente de financiación sanitaria, que atraviesa España. La Comisión de Gobierno de Farmaindustria aprobó la propuesta por unanimidad el pasado 2 de agosto.

El responsable de Sanidad del Partido Popular, Enrique Fernández Miranda, calificó ayer el acuerdo de "acertado y encomiable", y entendió que "se debía haber empezado por esto antes del recorte del medicamentazo", informa J. C. N. Para Marciano Sánchez Bayle, de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Salud Publica (FADSP) la medida es positiva "e indica un cierto reconocimiento por parte de la industria farmacéutica de que el gasto en fármacos es exagerado y debe moderarse".

Fuentes de Farmaindustria han explicado que se trata de realizar un esfuerzo común "antes de que se tomen medidas restrictivas unilaterales", como ha sucedido en algunos países europeos, con las consiguientes repercusiones negativas para los laboratorios.

La propia Administración sanitaria española ha declarado repetidamente su intento de conciliar intereses tras decidirse este año a separar por primera vez el registro de medicamentos de su financiación pública.

Sanidad no ha renunciado a seguir excluyendo medicamentos de la Seguridad Social, como ha reconocido la pasada semana Ángeles Amador; aunque las medidas que se adopten se harán "sin perjudicar la actividad industrial y el programa I + D", según se recoge en un comunicado difundido ayer por el ministerio.

"Tanto la ministra de Sanidad como el presidente de Farmaindustria abundaron en el hecho de la responsabilidad demostrada en la consecución de este acuerdo, que supone un sacrificio para los laboratorios españoles", añade la nota oficial.

Los últimos datos del Ministerio de Industria y Energía señalan que existen actualmente 56 laboratorios farmacéuticos realizando programas I + D en España, por un importe global de 28.000 millones de pesetas. La inversión en investigación de estos laboratorios representa aproximadamente un 6% de sus ingresos por ventas.

Todas las medidas adoptadas este año en materia farmacéutica van destinadas, según el Ministerio de Sanidad, a frenar el crecimiento del gasto farmacéutico público en España, que en solo cinco años se ha disparado de 295.000 millones de pesetas en 1987 a 565.000 millones en 1992. A estas cantidades hay que sumar unos 100.000 millones de los medicamentos intrahospitalarios.

Las propias autoridades sanitarias han reconocido que en los últimos años se viene produciendo una desviación del gasto en farmacia entre un 15% y un 19% respecto a los presupuestos iniciales. El incremento de la población protegida; el aumento de la esperanza de vida, y por tanto la posibilidad de tratar un mayor número de patologías, ha sido una de las causas del incremento apuntada por los analistas. Pero también el peso cada vez mayor de los pensionistas en la factura farmacéutica. Esta población supone el 70% del gasto total en medicamentos.

Pensionistas

Por esta razón, una de las primeras medidas adoptadas consistió en reforzar el control sobre el uso de las cartillas de pensionistas, tanto por parte de algunos médicos como de las familias de los jubilados para proveerse de medicamentos gratis. En su día Sanidad valoró este fraude en 50.000 millones de pesetas anuales.La segunda actuación ministerial, y la más polémica, fue la exclusión de 800 medicamentos del seguro público, entre antigripales, vitaminas, productos de higiene y diuréticos. La Administración pretende ahorrar con ello casi 23.000 millones de pesetas anuales, aunque según reconoció la ministra la pasada semana, en julio, primer mes de entrada en vigor del decreto, el gasto creció más que el año anterior.