Juan Pablo II se despide de EE UU con un llamamiento a la defensa de la vida
El viaje del papa Juan Pablo II ha terminado como los anteriores: en un gran baño de masas. Una misa al aire libre en el parque de Cherry Greek State, que congregó a más de 600.000 personas, fue el broche de oro de una gira que le ha llevado a Jamaica, México y Estados Unidos. El aborto y la eutanasia se convirtieron en los ejes de su discurso norteamericano. Juan Pablo II reiteró en el último día la necesidad de promover una "cultura de la vida que respete", dijo, "la obra de Dios".
Juan Pablo II no ha desperdiciado ni un solo instante de su gira americana para condenar directa o indirectamente lo que él llama "la cultura de la muerte", con la que se refiere de forma condenatoria al aborto y a la eutanasia. En el último día de su tercer viaje a Estados Unidos, el Papa solicitó a los fieles su activismo contra el derecho al aborto, que calificó de "horrible crimen".En una gigantesca misa al aire libre en el parque nacional de Cherry Greek State, a 24 kilómetros de Denver, y en presencia de más de 600.000 personas, según los datos de los organizadores, el Pontífice conminó a sus seguidores a salir sin miedo a las calles y a los lugares públicos. "No es tiempo para sentir vergüenza de Dios", afirmó con fuerza. "Es tiempo de predicarle desde los tejados".
Siete mil asistentes debieron ser atendidos por desmayos y ligeras indisposiciones. El único incidente grave lo protagonizó un hombre de 61 años que sufrió un infarto. Falleció antes de llegar al hospital.
El Papa se autocensura
Cada vez que Juan Pablo II empleó la palabra vida elevó su tono de voz, como para remarcar su discurso. A pesar de su militante actividad contra el aborto, el Papa evitó leer algunos de los pasajes preparados por el Vaticano.En alguno de los textos omitidos, los más duros, se comparaba el aborto con los crímenes nazis. Esta licencia ya fue utilizada por Juan Pablo II en una visita en 1991 a su Polonia natal, lo que originó fuertes críticas entre la comunidad judía internacional. En los pasajes omitidos se comparaba el aborto con el "genocidio", la "solución final" o la "limpieza étnica". Los dos primeros son los productos más terribles de la II Guerra Mundial, que provocó el exterminio de más de seis millones de judíos. El tercer concepto se generaliza hoy a partir de la guerra en la antigua Yugoslavia.
El último día en EE UU, que estuvo también dedicado a los indios americanos y a los norteamericanos de origen vietnamita, terminó como empezó hace cuatro días: con un acto oficial. El vicepresidente de EE UU, Al Gore, acudió en ayer de madrugada al aeropuerto de Denver para despedir al Pontífice.
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