El cine español esboza su estrategia de defensa ante el GATT

"Los americanos están llevando a cabo una postura muy agresiva. Ya no vale estar a la defensiva, hay que atacar". El cineasta Fernando Trueba resumió así su postura tras escuchar a los representantes de las asociaciones españolas de realizadores, productores y actores, que ayer leyeron el manifiesto de defensa del sector audiovisual en el marco del GATT. Este llamamiento fue asumido por la ministra de Cultura, Carmen Alborch, y por el secretario de cultura del PSOE, Salvador Clotas. El GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio) se discutirá en otoño de este año y decidirá los términos del intercambio comercial entre Europa y EE UU, en el que este país exige la inclusión del cine y la televisión como servicio y no como producto cultural.Francia, país que encabeza la lucha europea en defensa del audiovisual frente a EE UU, marca las pautas que quieren seguir los profesionales españoles, que de momento sólo han mostrado su alarma ante la situación y esperan la reacción de EE UU para tomar medidas de ataque que ayer no quisieron especificar. "Lo principal es que los 12 países de la CE nos pongamos de acuerdo", dijo Pedro Pérez, presidente de la Federación de Productores.

"La moneda de cambio de EE UU para poder acceder a la libre mercado audiovisual en Europa será la libertad del tráfico marítimo. Algo con lo que Dinamarca y Grecia no pueden negociar porque para ellos la industria marítima es prioritaria", añadió José Antonio Suárez Lozano, secretario de la Federación de Productores.

Portaviones

De momento, según los representantes españoles, sólo Francia, Italia y España han definido su postura contra la industria de Estados Unidos, mientras Inglaterra y Holanda son "portaviones norteamericanos" y el resto de los 12 no han concretado. El llamamiento de los profesionales españoles está encabezado por la exigencia de una cláusula de excepción cultural en el acuerdo GATT. "El objetivo de las grandes compañías norteamericanas, apoyadas por la administración Clinton, es acabar con cualquier fuerza creadora europea. Si se incluye el sector audiovisual dentro del acuerdo del GATT como una mercancía más, supondrá la aniquilación del sector audiovisual europeo. Es necesaria por tanto la claúsula de excepción cultural", afirmó Pedro Pérez, que añadió: "En el último momento, sin que se hablara para nada durante estos tres últimos años, han puesto lo audiovisual como moneda de cambio. Ellos pondrán el transporte marítimo, la banca o el turismo para que se acepte su postura. Son muy inteligentes".Trueba añadió: "Lo peor es que nosotros también tenemos el enemigo en casa, empezando por la televisión pública y las privadas. Aunque ahora parece que el Gobierno empieza a darse cuenta de la situación".