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Albert Vidal trae morbo y sexo a Madrid en su nuevo espectáculo

El dramaturgo catalán estrena sus 'Variedades eróticas'

Dominación, sadomasoquismo, morbo blanco, necrofilia, morbo sano, autopunición y morbo procesional son los nuevos campos de búsqueda en los que desde hace tres años trabaja el investigador escénico catalán Albert Vidal, queesta noche estrena en el teatro Alfil Variedades eróticas. El espectáculo es, según Vidal, un trabajo sobre el lenguaje del morbo, el erotismo y el sexo: "Una vasta cultura de la que sólo hemos escrito en nuestra civilización la primera línea", afirma.

Albert Vidal, conocido en España por anteriores trabajos como el que le llevó a estar en una jaula del zoológico como representante de la especie humana o a surgir, bajo tres toneladas de tierra traída desde África, para su montaje Alma de serpiente, se presentó ayer a la prensa -cosa a la que le tuvo que convencer la dirección del teatro Alfil- ataviado de prendas de cuero, de estética sadomasoquista. De esta guisa vestido, afirmó: "Sí, he sido un artista pomo, he lucido mi falo en erección hacia un público borracho, el falo en su pureza, la polla roja, vitalista...". Pero sus glándulas, no así las de sus compañeras de escena, Mandi y Madame Durga, no podrán ser vistas por el público: "Eso se verá en una segunda fase de mi trabajo, voy poco a poco y me queda mucho que investigar para que una vez superada la transgresión inicial pueda llegar a moverme en la verdadera cultura del sexo, donde todo es sensible, profundo y comunicativo..., además mi reflexión no es sensacionalista", señala.Como actividad paralela al espectáculo, Vidal ha montado un taller sobre energía y plástica del desnudo dirigido a actrices y bailarinas. "El que no sea para hombres se debe a que estoy en una fase inicial de búsqueda en este campo y sé que el desnudo entre mujeres con la mirada mía como profesional y en la distancia será una propuesta menos fuerte y arriesgada", afirma.

Vidal, que presume de ser un marginado que no sigue modas ni depende de instituciones, dice que Variedades eróticas no es la cristalización de un proceso: "Siempre estoy en evolución, sigo un camino en el que llevo 25 años, aunque me tiren piedras, pero me siento iluminado por mi trabajo". También es consciente de que su montaje trata de incorporar aquellas connotaciones que considera interesantes, y piensa que las hay, de los espectáculos de porno-show y teatro erótico de submundos: "Pero mi meta es llegar al sexo telúrico", concluye.

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