Maurice Lauze no tiene miedo a la policía
"No me impresiona lo de la Interpol". "No estoy en fuga". Maurice Jean Lauze, el hombre que negoció la frustrada inversión de 366.000 millones de pesetas que ha acabado derribando al Gobierno de Asturias, apareció ayer en Madrid. Lauze Y de 72 años, declaró a EL PAÍS que la operación por la que un supuesto holding árabe encabezado por el Saudi International Bank se comprometía a construir una planta petroquímica en Asturias no es un engaño, y que él no es un refinado estafador.Encarándose al banco árabe, que ha desmentido que vaya a invertir un duro en la región, Lauze sostiene que alguien "con los suficientes poderes para hacerlo" le autorizó a negociar con el Gobierno asturiano. "En los próximos días revelaré su nombre", aseguró.
En palabras de Lauze, la precipitación del Gobierno que preside Juan Luis Rodríguez-Vigil en anunciar la inversión ha sido la ruina del proyecto. "El Gobierno asturiano quería anunciar el proyecto antes de la visita [electoral] de Felipe González al Principado [el 22 de níayo]", asegura. Lauze, de nacionalidad francesa, sostiene que no lleva ocho meses negociando la operación, en contra de lo que aseguró en su día el Ejecutivo asturiano. "El primer contacto lo tuvimos el 1 de abril de l993", precisa Lauze.
Rueda de prensa forzada
Apenas mes y medio después, el 18 de mayo, el Gobierno asturiano anunció a bombo y platillo la fabulosa inversión. El negociador francés sostiene que fue forzado por el consejero de Industria, Víctor Zapico, y por el presidente regional, Rodríguez-Vigil, para dar a conocer el proyecto en rueda de prensa. El Gobierno asturiano niega rotundamente esta versión de los hechos y ha asegurado repetidamente que, por el contrario, dio a conocer el proyecto a instancias de Lauze.
Al desmentido del Saudi International Bank le siguió el de la Embajada de Arabia Saudí en España, que niega haber emitido la carta de recomendación de Lauze que obra en poder del Gobierno asturiano.
Lauze, sin embargo, sigue insistiendo en que es perfectamente conocido tanto en la Embajada árabe como en el Saudi International Bank. ¿Por qué entonces niegan ambas entidades cualquier relación con el proyecto? "No lo sé", contesta. Pero afirma con rotundidad que si los negociadores asturianos hubiesen sido más cautelosos, el proyecto no se hubiese arruinado. "[El Gobierno asturiano] se lo ha buscado". "Sabían que no podían hablar y lo han hecho", concluye, en abierta contradicción con la versión de Rodríguez-Vigil.
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