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Rodríguez-Vigil pide a la Interpol que investigue

La crisis de Gobierno en Asturias, tras la dimisión en la madrugada de ayer del presidente del Principado, el socialista Juan Luis Rodríguez-Vigil, no quedará cerrada, previsiblemente, hasta después de las elecciones generales del 6 de junio. La renuncia del Ejecutivo regional a causa del escándalo suscitado por el anuncio de la instalación de un complejo petroquímico inexistente será efectiva el próximo lunes día 31, y a partir de ahí el Parlamento autónomo dispondrá de diez días para investir al nuevo Gobierno. Salvo sorpresas, los socialistas seguirán gobernando en el Principado asturiano.

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El todavía presidente asturiano, Juan Luis Rodríguez-Vigil, anunció ayer que se han emprendido acciones judiciales contra las personas que participaron en las negociaciones que llevaron al escándalo. Asimismo, ha puesto los hechos en conocimiento de la Interpol para que pueda investigarlos. También ha contratado los servicios de un gabinete de abogados en Suiza y ha iniciado gestiones ante el reino saudí para resolver el enredo. La dimisión del Ejecutivo asturiano se hará efectiva el próximo lunes, 31 de mayo. Para entonces, Rodríguez-Vigil pretende culminar las investigaciones para clarificar 1a trama y el entramado" que precipitó el anuncio fantasmagórico de una refinería en la que se invertirían 366.000 millones de pesetas. y que crearía más de mil puestos de trabajo.

El caso se aceleró tras el desmentido del Saudi International Bank, que negó su participación en el proyecto, en contra de lo que habían asegurado el Principado y los tres intermediarios que negociaron la operación: Maurice Jean Lauze, Juan Blas Sitges y José de la Serna. Ninguno de ellos ha dado explicaciones de su actuación hasta el momento.

Un amplio sector del Ejecutivo asturiano, que nunca tuvo acceso a la documentación manejada en, la negociación por la supuesta instalación petroquímica, mostró ayer su profundo malestar por la forma personalista en que se había llevado el proceso. En parecidos términos se expresaron fuentes del Gobierno central. El consejero de Industria y el presidente del Go6erno coparon en todo momento las negociaciones, sin informar a sus compañeros.

Tras descubrirse el engaño de la supuesta instalación petroquímica -anunciada por el presidente asturiano en vísperas de la campaña electoral-, un amplio sector del Ejecutivo regional, que nunca había tenido acceso a la documentación manejada y que ahora se ha demostrado falsa, había manifestado a EL PAÍS su disgusto por el desenlace de los acontecimientos.

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Ni una peseta

El Gobierno asturiano reiteró también que no ha abonado ni una sola peseta a los intermediarios o a persona alguna. Mañanal el consejero de Industria, Víctor Zapico, comparecerá ante el Parlamento para dar cuenta del desarrollo de tan fabuloso e irreal proyecto industrial.

La dimisión del presidente asturiano se produjo a las 0.40 horas de ayer, cuando concluía el debate televisado entre los candidatos a la presidencia del Gobierno español, Felipe González (PSOE) y José María Aznar (PP). Rodríguez-Vigil admitió ayer que había demorado hasta entonces su dimisión para no entorpecer la visita de Felipe González a Asturias, el pasado sábado, y no influir en el debate electoral del secretario general de los socialistas con José María Aznar.

El presidente asturiano aseguró que decidió dimitir para "responder con dignidad ante los errores, propios o de subordinados" y como servicio a la necesaria "credibilidad política" tras demostrarse que el Gobierno regional había sido objeto de un oscuro engaño por parte de intermediarios que decían repre sentar a un importante grupo inversor saudí. Según Rodríguez-Vigil, en declaraciones a diversos periodistas, tanto Felipe González como el ministro de Trabajo y secretario general de la FSA, Luis Martínez-Noval, candidato del PSOE por Asturias al Congreso de los Diputados, le habían respaldado para seguir en el cargo, una vez relevado de sus funciones el consejero de Industria, Víctor Zapico, que había llevado de forma muy directa las negociaciones con los supuestos inversores.

Rodríguez-Vigil no desveló su intención de dimitir durante el Consejo de Gobierno celebrado con carácter extraordinario a lo largo de la mañana del lunes, que concluyó con el anuncio de que Víctor Zapico había puesto su cargo a disposición del Gobierno. Varios miembros del Ejecutivo declararon ayer a este diario su convicción de que ya entonces el presidente asturiano había decidido presentar su renuncia, pero la confirmación no la tuvieron hasta avanzada la noche, cuando fueron llamados urgentemente por Rodríguez-Vigil al Palacio Regional.

A lo largo del lunes había circulado el rumor de que un sector significativo del Gobierno asturiano, cercano al grupo renovador de los socialistas de la región que son minoría en la Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE)-, había sopesado la posibilidad de dimitir si no lo hacía el presidente y el Gobierno en su conjunto en las horas siguientes. Este extremo no ha podido ser confirmado.

Rodríguez-Vigil llegó a la presidencia de Asturias con el apoyo del sector oficial de la FSA, próximo a las agrupaciones mineras, que lidera el sindicalista José Ángel Fernández Villa, miembro de la ejecutiva federal del PSOE e identificado con las posiciones de Alfonso Guerra.

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