Demasiadas empresas en conserva
Todos los partidos se preguntan en Murcia: ¿qué efecto tendrá en el voto del 6 de junio la reciente crisis institucional que acabó con la dimisión, por segunda vez en su historia, de un presidente autonómico del PSOE? O bien, visto de posiciones socialistas: ¿logrará la nueva presidenta, María Antonia Martínez, primera mujer que gobierna una comunidad, hacer que se olvide todo, por la novedad misma, y así ilusionar con nuevos modos?Un dato común a socialistas, populares e IU, es que sus listas de candidatos responden más a deseos de sus respectivos aparatos que a ofertas ilusionadoras. En el caso de la coalición, y a pequeña escala, también se reprodujo en Murcia el debate nacional entre comunistas y Nueva Izquierda, con el resultado de que un hombre del partido comunista, Cayetano Moltó, trabajador de Bazán, ocupa el segundo lugar, plaza a la que aspiraba la concejal de Cartagena Teresa Rosique, de mayor proyección popular.
Al margen de los colores políticos, todas las formaciones coinciden en el diagnóstico de que la región de Murcia tiene pendiente solucionar sus tradicionales problemas de estrangulamiento en comunicaciones." Hay matices sobre si se ha avanzado sustancialmente o no en los últimos años. Todos consideran necesario convertir en realidad la comunicación, por autovía, entre Murcia y Madrid vía a Albacete. Y la mejora de las comunicaciones ferroviarias en dos ejes, con el centro y por el corredor del Mediterráneo, con el enlace con Alicante y prolongación con el sur hacia Andalucía oriental.
La preocupación por el futuro de las dotaciones hidráulicas es generalizada. Las acusaciones se cruzan entre los partidos y hasta salen de los límites regionales: el PP acusa al PSOE. de Castilla-La Mancha de oponerse a los trasvases a Murcia; y el PSOE acusa al PP aragonés por exactamente lo mismo.
La cuenca del Segura, que comprende la casi totalidad de la provincia de Murcia y parte de las de Albacete, Alicante y Almería, tendrá un déficit en el año 2000 de 1.000 hectómetros cúbicos, y la necesidad imperiosa, según las autoridades hidráulicas, de poner fin a la sobreexplotación de los acuíferos.
Todos los regadíos, de alto valor añadido del campo de Cartagena y también de las franjas litorales de Águilas y Mazarrón dependen del compromiso de dotaciones suficientes de agua. Incluso ahora, las pequeñas industrias turísticas de estos dos últimos municipios ven inseguro el futuro por la falta de agua.
La industria agroalimentaria, columna vertebral del desarrollo económico murciano en los últimos años, tiene condicionada su actividad a la garantía de agua.
Entre las características del mapa laboral de la región hay tres puntas que preocupan especialmente a los sindicatos y que, con más o menos intensidad, también implican a los partidos políticos: 1.- la mayor tasa nacional de economía sumergida, según datos CC OO que han obtenido la aceptación general (100.000 personas sumergidas, un 10% de la población total de la región); 2.- los salarios más bajos del país (según datos del Instituto Nacional de Estadística); 3.- la precariedad en el empleo.
La invertebración tradicional del sector conservero -funcionan 100 empresas cuando debía haber sólo media docena y más fuertes, según los expertos-, y de la industria agroalimentaria en general, es responsable en gran medida de este cuadro. Los sindicatos argumentan que no hay explicación legítima para que las industrias conserveras sostengan una masa laboral en precario bajo el argumento de que sólo hay actividad según la estacionalidad de los productos, cuando en realidad a una campana sucede otra.
Lo más apremiante para la economía murciana es dar soluciones a Cartagena (175.000 habitantes). Todos coinciden en que el área industrial de esta comarca, tejida durante el franquismo al amparo de la gran empresa pública, ya no es viable en sus tradicionales dimensiones. Muchas empresas han ido cerrando sus puertas; y de las que quedan, son excepción las que tienen el horizonte despejado. De cómo liquidar este modelo e incentivar alternativas es de lo que se trata. Las propuestas aquí chocan entre los que proponen más intervención pública o las más liberalizadoras.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Relaciones Gobierno central
- Conservas
- Elecciones Generales 1993
- Economía sumergida
- Trasvase agua
- Financiación autonómica
- Comunidades autónomas
- Política autonómica
- Obras hidráulicas
- Administración autonómica
- Elecciones Generales
- Región de Murcia
- Obras ampliación
- Elecciones
- Obras públicas
- Alimentación
- España
- Finanzas públicas
- Urbanismo
- Política
- Administración pública
- Economía
- Industria
- Finanzas