El nuevo Archivo de la Corona de Aragón, inaugurado ayer, no funcionará hasta 1994.

El Archivo de la Corona de Aragón, uno de los más importantes de Europa, estrenó ayer nuevo edificio. Los millones de documentos que recogen las raíces de los territorios que configuraron históricamente la Corona de Aragón se trasladarán a partir del próximo otoño a la nueva sede, diseñada por los arquitectos Roser Amadó y Lluis Doménech, situada en el parque de la Estación del Norte de Barcelona. El ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, inauguró el nuevo edificio con una llamada a la cooperación entre las diferentes administraciones del Estado. Al acto asistieron los presidentes de los gobiernos autónomos de Cataluña, Valencia, Baleares y Aragón, así como el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall.

El nuevo edificio del Archivo de la Corona de Aragón es la primera infraestructura cultural, de las varias proyectadas, que se inaugura en el área de la Estación del Norte-plaza de las Glóries de Barcelona. En esta zona se construye el Teatro Nacional de Cataluña, de Ricardo Bofill, y un auditorio diseñado por Rafael Moneo, por lo que en los próximos años será uno de los ejes culturales de Barcelona.Este archivo es también la principal institución cultural de titularidad estatal en Cataluña y el nuevo edificio ha sido financiado en su totalidad por el Ministerio de Cultura, que ha invertido 1.000 millones de pesetas en las obras y en urbanizar el entorno. Hasta ahora el archivo estaba situado en. el palacio de los Virreyes, en el Barri Gótic barcelonés, y en el futuro este edificio se rehabilitará como centro de difusión cultural del archivo.

La obra arquitectónica ya está acabada y ahora falta realiza r el traslado físico del archivo que, según dijo el director del centro, Rafael Conde, se producirá a partir del próximo otoño. Mientras, la antigua sede permanecerá abierta a los investigadores ya que el traslado de documentos se realizará de forma paulatina. Conde agregó que el nuevo edificio estará a pleno funcionamiento en enero de 1994.Parlamentos conciliadores

Aunque la sombra, preelectoral planeaba sobre la inauguración de esta significativa obra arquitectónica, y a pesar de que ninguno de los presidentes de los gobiernos autónomos asistentes coincidía en partido político, todos los presentes evitaron el enfrentamiento directo y optaron por la vía conciliadora. Y ello a pesar de que desde hace más de una década pugnan por lograr un acuerdo sobre la mejor forma de gestionar este archivo. El centro tiene titularidad estatal, pero sus fondos atañen a la historia de Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares, comunidades que en sus respectivos estatutos de autonomía resaltan la necesidad de participar mediante un patronato en la gestión del archivo.

"Lo más importante era construir este nuevo edificio para asegurar la conservación de los fondos y ahora podemos abordar el problema de la organización jurídica del archivo", señaló Jordi Solé Tura. El ministro comentó su intención de convocar una reunión para formar este patronato tras las elecciones e insistió en que este archivo era un ejemplo de que "la política cultural de un Estado descentralizado sólo puede hacerse con la cooperación y colaboración de todos". "No tiene sentido que las instituciones culturales se utilicen como arma arrojadiza entre las distintas administraciones", añadió.El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, destacó en su parlamento la existencia de "muchos aspectos positivos" en la inauguración del nuevo edificio, pero recordó que su Gobierno reclama desde hace tiempo "que una parte de este archivo que afecta exclusivamente a la historia de Cataluña tenga otro tratamiento". Esta parte corresponde al Archivo Real de Cataluña, cuyos fondos se refieren sólo a esta comunidad y sobre los cuales el Gobierno catalán quiere tener un control más directo.

Pujol añadió: "También nos gustaría poder recuperar algún otro archivo no tan histórico", en relación con el fondo documental de la Generalitat republicana requisado al final de la guerra civil y situado actualmente en el Archivo de Salamanca. Sobre este punto, Solé Tura replicó posteriormente: "Los profesionales de dentro y fuera del país desaconsejan su traslado a Cataluña".

Emilio Eiroa, Joan Lerma y Gabriel Cañellas, presidentes de los gobiernos aragonés, valenciano y balear, respectivamente, destacaron los lazos históricos que unen a las cuatro comunidades y reclamaron con mayor o menor énfasis la necesidad de colaborar en la gestión del archivó histórico.