Detenido por corrupción el jefe del primer grupo industrial del Estado italiano
PERU EGURBIDE, Franco Nobilil de 67 años, presidente del Istituto per la Ricostruzione Industriale (IRI), el todavía primer grupo empresarial del Estado italiano, fue detenido a las cinco de la madrugada de ayer en su domicilio de Roma, por orden de los magistrados milaneses que investigan la corrupción ligada a la financiación ilegal de los partidos políticos. La detención de Nobili, democristiano muy ligado al ex presidente del Gobierno Giulio Andreotti, representa un nuevo golpe a una clase dirigente en declive, pero no es previsible que tenga consecuencias prácticas para el país o el Gobierno.
"Es una detención más", comentó ayer Innocenzo Cipolleta, director general de la Confindustria, la patronal italiana, reflejando el hecho de que, tras la acumulación de escándalos provocada ya por la investigación denominada Manos Limpias, ni siquiera la detención de un personaje del nivel de Nobili puede suscitar nuevas conmociones. "Debemos mantener el funcionamiento del IRI", dijo el nuevo ministro de Industria, Paolo Savona, reduciendo implícitamente así el problema a la búsqueda de un sustituto.Franco Nobili carecía, en cualquier caso, de poderes ejecutivos sobre el IRI desde que, el pasado 11 de julio de 1992, dicho grupo, como todos las demás grandes empresas del Estado, fue transformado en sociedad anónima por decisión del Gobierno de Giuliano Amato.
Los motivos fundamentales de la detención de Nobili son, además, ajenos a su gestión del gran grupo público y se refieren a la experiencia profesional anterior de este empresario de la construcción elevado por Andreotti a la presidencia del IRI en noviembre de 1989. Aquel nombramiento fue valorado por la prensa italiana como un retorno al sector público de los boyardos de partido. Simultáneamente, entró en el Ente Nazionale- Idrocarburi (ENI) el socialista Paolo Cagliari, también encarcelado en días pasados por los jueces, milaneses, Franco Nobili se hizo cargo del IRI con unos beneficios de más de un billón de liras (unos 75.000 millones de pesetas), y estaba a punto de cerrar el ejercicio de 1992 con unas pérdidas de 4,4 billones de liras.
La principal hipótesis de delito por la que le investigan los jueces milaneses se refiere a unas comisiones vinculadas a la construcción de una central eléctrica para el grupo estatal ENEL, que Nobili habría pagado cuando era presidente de la Cogefar, antes de que esa empresa constructora fuera adquirida por el grupo Fiat. El presidente del IRI tenía ya un sumario abierto en El Aguila, la capital de los Abruzos, por otras operaciones realizadas en el mismo periodo.
Salida política
Mino Martinazzoli, el secretario democristiano, señaló ayer que la detención de Nobili aumenta el riesgo de "una situación institucional que cada vez parece más frágil, precaria y sospechosa", y recordó la necesidad de dar al problema de la corrupción una salida política "que no implique privilegios". También Francesco Cossiga relanzó la solución política en su primer discurso como ex presidente de la República pronunciado ante el Senado, con motivo de la investiudura del Gobierno de Carlo Azeglio Ciampi.
Gran amigo de Nobili, Cossiga relacionó esta última detención con la de Renato Pollini, el ex secretario administrativo comunista arrestado el martes, al afirmar que confia en que ambas sean inmotivadas, porque deterioran las instituciones.
Entretanto, el Consejo Nacional de la Magistratura se ocupaba de las demandas de algunos consejeros que sostienen que el Parlamento apoyó la tesis de un compló judicial cuando denegó el procesamiento del ex líder socialista, Bettino Craxi. Y un magistrado romano ha pedido la venia para procesar a la diputada neofascista Alessandra Mussolini. Los cargos investigados contra la nieta del Duce, que casualmente fue el fundador del IRI presidido todavía ayer por Franco Nobili, son que, en 1982, cuando estudiaba Letras en la Universidad de La Sapienza, Alessandra falsificó dos exámenes: los de historia de Roma y filosofía moral.
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