Decepcionante defensa francesa de su propuesta de 'santuario' para las ballenas
La 45ª reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) agotó toda la jornada de ayer debatiendo la propuesta francesa de establecer un santuario para las ballenas en el hemisferio sur. La defensa del comisionado francés, considerada "floja" por algunos observadores occidentales, provocó malestar en algunos países de la CE. Para facilitar su aprobación final, la propuesta fue enmendada en el sentido de que el coto no tendrá carácter permanente. Serán 50 años revisables. Japón amenazó con retirarse del organismo, si prosperaba.
ENVIADO ESPECIAL, La iniciativa de París provocó malestar entre algunos países miembros de la CE al haberse presentado de forma unilateral y ser defendida con poca habilidad. Francia reconoció la ausencia de razones científicas para establecer el santuario y fundamentó su petición con argumentos políticos. "Era lo que esperaban algunos países indecisos, principalmente los latinoamericanos", explicó un delegado. "Chile respondió a Francia que la CBI actúa en función de informes científicos, no políticos".Japón amenazó oficialmente con abandonar el organismo internacional si la iniciativa gala prosperaba. Ayer fue aprobada en la instancia técnica, donde únicamente se requirió mayoría simple, pero Tokio sabe que fracasará en el plenario al necesitarse las tres cuartas de los sufragios para su entrada en vigor. La actual correlación de fuerzas dentro de la CRI impedirá la aprobación.
Los propios franceses así lo reconocen. La esperanza, nipona es que al menos pueda lograr la autorización para capturar 50 ballenas cada año. Un funcionario japonés calificó de "decepcionante" el resultado del escrutinio y explicó en conferencia de prensa que Japón conservará su derecho a capturar unas 300 ballenas al año "con fines científicos". "liste es un asunto fuera de los demás tratados en la conferencia", dijo. La mayoría de los ejemplares capturados son vendidos para su consumo en restaurantes.
Arponeros enfurecidos
En el exterior del Centro de Convenciones de Kioto continuó el plantón de manifestantes a favor y en contra del santuario' primer tema de la agenda, y de la reanudación de la caza del cetáceo con fines comerciales, asunto que se abordará mañana. El griterío de los arponeros, casi con frecuencia horaria, era audible desde los pasillos del centro y superaba en decibelios a los grupos que reclaman la prórroga de la veda.El cocinero de un restaurante logró introducir en la sala de prensa un manuscrito donde subrayaba que "negar nuestros hábitos culinarios es hacerlo de la esencia de nuestra propia cultura". A renglón seguido aseguraba que el mejor homenaje al cetáceo es no desperdiciar ni las raspas, y enumeraba hasta 12 recetas. "Cerebro de ballena con ginger" encabezaba la relación. Las medidas de seguridad son tan estrictas que algunos participantes en otras reuniones de la CRI no recordaban controles de estas características.
Un delegado oficial que prefirió no ser identificado comentó que la intervención del representante francés, Xavier Daufresne de la Chevalerie, restó, más que sumó, apoyos a la posibilidad de delimitar una reserva ballenera en aguas oceánicas por debajo del paralelo 40.
En la sesión técnica, el santuario fue aprobado. Trece países votaron a favor: Francia, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Argentina, México, Reino Unido, Finlandia, Irlanda, Alemania, Holanda, Mónaco y España; ocho votaron en contra: Japón, Noruega, Chile, Corea del Sur, República Dominicana, Granada, Santa Lucía y San Vicente, y diez se abstuvieron. El comisionado español, Rafael Conde, director general de Recursos Pesqueros, apostó por el santuario, "aunque con escaso entusiasmo", según la fuente consultada. La organización ecologista Greenpeace calificó ayer de "tibia" la postura del gobierno español respecto al apoyo de la moratoria, porque "no establece de forma clara una defensa conservacionista".
Símbolo e imaginación
Ray Gambell, secretario de la CBI, confiesa haber probado la carne de ballena: "Tiene buen sabor". El científico británico alude a las diferencias geográficas y culturales en el tema de las ballenas. "Por eso estamos en Tokio para discutirlas".Cuando se fundó la Comisión Internacional Ballenera, en 1948, la mayoría de los países miembros practicaba la caza de la ballena con rines comerciales. "Lo que ha cambiado ahora es el equilibrio de poder entre las dos partes", dice Gambell. "Las ballenas se han hecho con la imaginación de la gente y simbolizan la necesidad de conservar la naturaleza".
Gambell agrega que si se roba a los océanos un gran número de estos cetáceos el ecosistema queda afectado: "El problema es que no sabemos lo suficiente sobre su comportamiento como para prever su evolución. Ésta es una de las razones por las que se adoptan posturas proteccionistas que aconsejan esperar hasta que se descubra cómo reacciona el ecosistema".
Islandia, que abandonó la CBI el año pasado para volver a cazar ballenas, asiste a Kioto como país observador. Ahora exporta carne de rorcual a Japón.
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