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Huesos de identidad

Los fósiles españoles de Atapuerca, clave para conocer la evolución del hombre de Neandertal

Los fósiles de tres cráneos humanos hallados en la sierra de Atapuerca (Burgos) han adquirido una gran importancia en la paleoantropología mundial para la comprensión de la historia del hombre en Europa. Su estudio, realizado por el investigador español Juan Luis Arsuaga y sus colegas de la Universidad Complutense de Madrid, se publica en el último número de la prestigiosa revista científica británica Nature, y en él se concluye que esos fósiles, de hace 300.000 años, representan un estadio temprano en la evolución del hombre de Neandertal.

El rico yacimiento de fósiles humanos de la Sima de los Huesos, en Atapuerca, se consolida como uno de los más importantes del mundo, al arrojar nueva luz sobre la historia remota del hombre europeo, pobremente entendida hasta ahora. Gracias a este yacimiento, los científicos empiezan a tener argumentos para responder la fascinante pregunta de cuánto hace que empezaron a aparecer los modernos humanos en el continente.Los cráneos analizados por el equipo de Arsuaga son parte de los 700 huesos humanos recuperados en el yacimiento hasta ahora que, se supone, pertenecen a 24 individuos diferentes, como mínimo. Nadie sabe cómo llegaron a fosilizarse en la cueva, si el amontoriamiento de restos se debe a alguna catástrofe natural o es el resultado de la propia actividad de esos individuos.

Se sabe que el humano moderno, el Homo sapiens, ha estado presente en el continente desde hace 30.000 o 40.0,00 años, y el hombre de Neandertal, desde hace 130.000 años, pero los antropólogos se preguntan si estos dos grupos humanos son dos especies diferentes que evolucionaron paralelamente a partir de un ancestro común, o si los humanos modemos evolucionaron a partir del Neandertal. Una segunda cuestión es cuándo empezaron los dos grupos a divergir.

El investigador británico Chris Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres, publica un artículo en el mismo número de Nature en el que defiende precisamente que el linaje del Neandertal es distinto del nuestro.

¿Especies separadas?

A partir de las mediciones detalladas de dos cráneos de adulto y uno de un individuo joven de Atapuerca, Arsuaga y sus colegas concluyen que representan un estadio temprano en la evolución del Neandertal. Estos resultados no responden todavía de modo definitivo la pregunta de si los modernos humanos y los del Neandertal surgen como especies separadas, pero hacen más probable que todos los restos fósiles humanos primitivos hallados en Europa representen una línea ininterrumpida de la evolución del Neandertal, que aparece con certeza en los registros fósiles europeos hace 130.000 años.El yacimiento de Atapuerca es excepcional como una de las fuentes más ricas de restos humanos primitivos en Europa desde el periodo pleistoceno medio. En el conjunto de fósiles hallados en la Sima de los Huesos están representados todos los elementos esqueléticos, lo que permite registrar la variabilidad que debió estar presente en la población, por edad y sexo, y mostrar que otros fósiles humanos de gran antigüedad hallados en otros puntos de Europa pueden incluirse en este rango y no deben ser necesariamente asignados a especies o líneas de descendencia completamente diferentes. El fósil europeo concido más antiguo es una mandíbula de hace 500.000 años encontrada en Heidelberg (Alemania).

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