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Entrevista:

"El inglés es progreso"

Hoy el nuevo gobernador de Puerto Rico, el anexionista Pedro Roselló, firmará en un acto público, que su Administración ha calificado ya de histórico, la restitución del inglés como idioma oficial de la isla junto al español. Para los intelectuales y un amplio sector del país que no desea que la isla pierda su identidad frente a Estados Unidos hoy, sin embargo, es un día, triste. Roselló está convencido de que con su decisión los puertorriqueños van a dar un paso importante hacia el progreso y admite que no existe otro planteamiento pragmático para el futuro de este enclave caribeño que su integración con EE UU.

Roselló, de 47 años y tercera generación de una familia mallorquina que vino a hacer las Américas a Puerto Rico a principios de siglo, es un hombre formado en la Universidad de Yale (EE UU), donde obtuvo su doctorado en medicina. Es un pediatra reconocido, pero un político joven, sin experiencia aunque ambicioso, y que sueña con integrar a Puerto Rico en la Unión Americana, como un Estado más. De ahí que se apresure a hacer del inglés idioma oficial en la isla.Las elecciones pasadas le han dado un mandato por cuatro años y la mayoría absoluta en las dos cámaras del país. Antes de fin de año someterá a los puertorriqueños a un referéndum para que decidan su futuro: ser un Estado más de EE UU, permanecer como Estado libre y asociado o lograr esa independencia que alguna vez soñaron y nunca obtuvieron. Pero el resultado no será vinculante. La última palabra la tiene el Congreso norteamericano.

Pregunta. ¿Qué está pasando en Puerto Rico?

Respuesta. Están pasando muchas cosas. Lo fundamental es que están entrando ya en vigor una serie de cambios que van desde la reinvención del Gobierno de la isla a una definición de lo que entendemos debe de ser el camino político a seguir en el futuro. Estamos en una época de cambio.

P. Un cambio muy radical porque acaba de llegar y ya tiene dividida a la gente con la cuestión del idioma.

R. Hay que comparar quiénes son los que protestan, una minoría hablando de cifras, y el millón casi de votos que tenemos nosotros como mandato recibido del pueblo para que hagamos precisamente cuestiones como ésta: darle al inglés un sitio como idioma oficial. junto al español en la isla. Esto fue discutido durante mi campaña electoral y no es ninguna sorpresa. Yo pedí el mandato para hacer esto y adelanté que mi primer proyecto de ley consistiría en restituir el inglés. Estoy cumpliendo con lo que prometí.

P. ¿Y las protestas?

R. En una sociedad democrática puede emitir su mensaje, protestar y oponerse quien quiera. Está en su derecho Pero lo básico aquí es que el pueblo tiene la última palabra Y nosotros estamos obedeciendo la voz del pueblo, que nos ha indicado que debemos oficializar tanto el inglés como el español en Puerto Rico.

P. Se dice que éste es el comienzo del fin del español en la isla.

R. Eso no es correcto. El inglés y el español coexisten desde 1902 y no ha habido nunca una amenaza al vernáculo como lengua de comunicación social en Puerto Rico. El español ha predominado y lo seguirá haciendo en la interacción diaria de los puertorriqueños. Lo que alteró el orden establecido fue la Ley del 5 de abril de 1991 que eliminaba el inglés como idioma oficial. Esa ley limitaba nuestro desarrollo como pueblo, especialmente cuando observamos que en el hemisferio americano se están levantando las barreras tarifarías y existen dos idiomas y dos culturas predominantes. El hecho de que Puerto Rico se pueda beneficiar de esas dos culturas, y no de una sola, nos coloca en una posición privilegiada, competitiva y de progreso.

P. Pero ustedes son latinoamericanos.

R. Somos 3,6 millones de ciudadanos norteamericanos. La integración política es con EE UU y desde nuestra ciudadanía. Geográficamente estamos en el Caribe y mantenemos relaciones con Latinoamérica, pero lo que no se debe confundir es la gimnasia con la magnesia. No estamos poniendo obstáculos al uso del español, sino ampliando nuestro horizonte y permitiendo a la vez el uso del inglés como un idioma que es importante en nuestros días y en nuestro entorno.

P. ¿No le da tristeza empezar su mandato con la intelectualidad de su país vuelta de espaldas?

R. Lo único que me importa es el pueblo y éste está apoyando mis decisiones. En una sociedad democrática no hay jamás unanimidad. Yo respeto el derecho a diferir pero lo que me importa es el pueblo y el mandato que me ha dado. Desde luego no ese pequeño sector que, por otra parte, no puede erigirse con la exclusividad de la intelectualidad puertorriqueña.

Un. hombre con prisas

F.O Pedro Roselló fue la primera raqueta de Puerto Rico. Ahora hay otras, como Gigi Fernández. Sus glorias se las llevó indistintamente la isla como la metrópoli, como, ocurre ahora con Fernández. Es el devenir de la cohabitación puertorriqueña, donde la gente ha encontrado un statu quo cómodo y donde se piensa más en tener que en ser.

Pero el gobernador Pedro Roselló, perteneciente al anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), quiere acabar con esta situación y de una vez integrar a todos los efectos a Puerto Rico en Estados Unidos. "Yo acepto que tengo prisas", advierte ante la pregunta de que va como una moto. "No estoy aquí para administrar o mantener el statu quo, sino para cambiarlo.

P. ¿Le corresponderá Estados Unidos convirtiendo a Puerto Rico en Estado con la misma velocidad que usted lo pide?

R. No es mi preocupación. Yo abogo porque Puerto Rico tenga un instrumento equitativo y justo para expresar su voluntad, al margen de la opción que yo fomento y represento. Lo fundamental es tomar la iniciativa de someter a consulta lo que se quiere ser. Yo aceptaré el veredicto, aunque estoy convencido de que el Congreso de Estados Unidos responderá positivamente.

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