La fiscal general protagoniza el primer escándalo de la nueva presidencia
La fiscal general de Estados Unidos (cargo equivalente al de ministro de Justicia) designada por Bill Clinton, Zoe Baird, manifestó ayer ante un comité. del Senado que no cree que las críticas por haber contratado hace varios meses a dos inmigrantes ilegales la obliguen a renunciar al cargo para el que ha sido nombrada. El presidente Clinton ha respaldado a Baird, en lo que constituye el primer escándalo al que se enfrenta la nueva Administración.La primera mujer norteamericana nombrada para el cargo de fiscal general, una abogada de 40 años, dijo que lamentaba haber contratado a dos peruanos en situación ilegal como servicio doméstico, pero añadió que esto no invalidaba su capacidad para tratar los asuntos de inmigración ilegal como fiscal general.
Zoe Baird y su esposo tratan de superar las susceptibilidades levantadas por su violación de la ley federal sobre inmigración para que el Senado confirme su nombramiento. Esta cámara confirmó ayer al nuevo equipo económico de Clinton, con lo que ya ha sido aceptado todo el nuevo Gabinete demócrata. Zoe Baird pidió disculpas por haber quebrado la ley, pero añadió que había pagado la multa fijada por. el delito y dijo: "Considero que' los méritos de mi carrera profesional deben anteponerse a este incidente". En su descargo, Baird ha dicho que actuaba como "madre" cuando admitió en su casa a los dos inmigrantes ilegales para cuidar a su hija.
