Un 'comando cultural' reivindica la agresión contra el monolito de Oteiza

La estela funeraria de piedra dedicada al padre Donostia, creada en 1958 por el escultor guipuzcoano Jorge Oteiza, ha sido destrozada por un grupo de personas que reivindicaron posteriormente su vandálica acción mediante una llamada telefónica a un rotativo local navarro, autoidentificándose como Aralar komando kulturala (comando cultural Aralar).

El autor o autores de la agresión golpearon con cinceles y martillos el monolito, instalado al aire libre en el monte Agiña, en la localidad navarra de Lesaka, y realizaron en el reverso de la estela una pintada en euskera con la inscripción "Deja en paz los pájaros de nuestros bosques y las cenizas de nuestros antepasados".

Según ha asegurado el alcalde de la localidad, José Luis Etxegarai, los destrozos fueron conocidos el día 30 de diciembre por unos vecinos que se acercaron al lugar. Los autores de la agresión dejaron allí una bolsa que contenía fotocopias de cartas publicadas hace algunos años por varios medios de comunicación y firmadas por K. Azpiazu Goñi, en las que se criticaba la colocación del conjunto creado por Jorge Oteiza y el arquitecto Luis Valet, y se les tildaba de "profanadores" de un lugar sagrado.

El alcalde de Lesaka ha iniciado una investigación para descubrir a los autores, ya que ha reconocido que esta localidad del norte de Navarra ha sufrido en las últimas semanas una proliferación de actos vandálicos de diverso tipo. Etxegarai no descarta que las agresiones sufridas recientemente por varias obras instaladas por el escultor Agustín Ibarrola en las calles de Vitoria haya impulsado "la venganza de otro artista" contra Oteiza. Curiosamente, Oteiza que ahora ha sufrido en su propia obra una agresión similar a la de Ibarrola, publicó recientemente un artículo en un diario vasco en el que tomaba partido por el autor de las agresiones a Ibarrola, el artista Santos lñiurrieta.