"Mi país no estuvo nunca peor"
El próximo 21 de abril, los brasileños decidirán en un plebiscito sobre la forma de Gobierno, monarquía o república, y elegirán también entre el régimen presidencial y el parlamentario. El juicio político al presidente Fernando Collor de Mello la renuncia de éste dan munición electoral a los partidarios de que haya un rey. Uno de sus argumentos es la inestabilidad republicana: en los últimos 65 años, sólo un presidente civil elegido en ¡Forma directa por el pueblo, Juscelino Kubitschek, agotó su mandato. El candidato al trono, don Pedro de Orleans Braganza, cumplirá 80 años el próximo 12 de febrero, está casado desde hace 48 con doña Esperanza, hermana de la madre del rey Juan Carlos. Don Pedro cree que en elplebiscito del 21 de abril habrá "una gran sorpresa", asegura que "la gente no muere de hambre en las monarquías" y afirma con energía: "Mi país nunca estuvo peor. Hoy, los brasileños sienten vergüenza de serlo".
Don Pedro recibe al enviado de EL PAÍS en su palacio de Petrópolis, 60 kilómetros al norte de Río de Janeiro. En el jardín arma bulla un papagayo de 46 años y en el césped pasta un caballo. En un lugar destacado figura una foto dedicada, en noviembre de 1979, por los Reyes de España: "A la tía Esperanza y al tío Pedrinho con todo nuestro afecto y gran cariño". Al lado, hay otra foto, con dedicatoria de los Condes de Barcelona, fechada en enero de 1945 en Lausana."La Monarquía es un régimen ideal", asegura don Pedro. "Hoy en día podemos ver que de los 30 países más ricos y mejor organizados del mundo, siete son monarquías, como España, Suecia, Noruega, Inglaterra, Holanda, Bélgica y Japón. Todos esos son países ricos que no tienen miseria, mientras que muchas repúblicas están en situaciones tristisimas y vergonzosas porque no saben tratar bien al pueblo y la miseria les come. Es una vergüenza que haya en el mundo tanta gente que muere de hambre con las facilidades que hay para plantar y cosechar. Esto no ocurre en las monarquías".
Así resume don Pedro los méritos de la Monarquía en Brasil: "Tuvimos 100 años de tranquilidad con la Monarquía. Nuestra moneda bajó sólo algunos céntimos durante todo el reinado de don Pedro II. El dinero era tan fuerte en Brasil que la gente cuando viajaba a Europa iba al Banco de Brasil con un saco de oro y pedía papel moneda, porque pesaba menos y era más fácil viajar con ello. La libra inglesa no cambió en los 50 años de reinado de don Pedro II". El heredero cita como aDortaciones de la Monarquía: "Tranquilidad y, sobre todo, honestidad, de manera que, fijese de la diferencia, la gente sentía orgullo de ser brasileño. Hoy desgraciadamente mucha gente siente vergüenza de ser brasileño. Es muy triste.
Sobre el posible resultado del plebiscito, don Pedro declara: "Esa es una incógnita y vamos a tener una gran sorpresa. Es muy díficil hacer predicciones, porque nuestro pueblo está muy esparcido. Tenemos los Estados del norte y del sur, del interior de Brasil... No podemos fiscalizar y saber exactamente lo que va a pasar. Yo ya viajé por todo Brasil de norte a sur. Fui recibido oficialmente por los gobiernos de todos los Estados. Ocurren cosas curiosas. Acre, un Estado del norte, frontera con Perú y con Bolivia, fue una adquisición republicana. No era provincia brasileña durante nuestra Monarquía, y, sin embargo, fui recibido allí por los poderes ejecutivo, judicial y legislativo. Encontré a muchos monárquicos en un Estado que no tiene lazos antiguos con la Monarquía".
Asegura don Pedro que mantiene abundantísimos contactos con políticos brasileños, "senadores, diputados y generales". "Hace tres días", añade, "presidí un acto solemne en la Playa Roja de Río. Fue una cosa muy simpática. El 17 de diciembre de 1792 mi tatatatarabuela, la reina doña María de Portugal, fundó en Río de Janeiro la Real Escuela de Artillería e Ingeniería, que luego fue denominada Escuela Imperial de Artillería e Ingeniería. Cuando fue proclamada la república, quitaron el nombre imperial. Ahora, el ministro de Defensa le ha dado de nuevo el título de Real Academia".
Sobre su participación en la campaña a favor de la Monarquía, el heredero declara: "Yo no hago campaña electoral. Yo siempre hice campaña de lo que representaba nuestra familia. Cuando viajé por todo el país y la gente me preguntaba repetía la mismo. La instauración de la república [el 15 de, noviembre de 1889) fue una injusticia tremenda. Sin embargo, la república sifrue sin ser proclamada oficial mente. Algunos militares embarcaron a la familia imperial, de noche y con miedo de que el pueblo se levantara, y establecieron por decreto un Gobierno provisional, sólo provisional. Hasta hoy no han dicho lo contrario y, por lo tanto, continúa siendo provisional".
"El Gobierno que se instaló prometió un plebiscito, que nunca se celebró porque tenía miedo aperderlo", añade don Pedro. "Peor aún, tuvo un gesto antidemocrático y estableció que no se puede tocar el régimen republicano. Eso no es democrático. Durante la Monarquía había periódicos republicanos, clubes republicanos, organizaciones y diputados republicanos. No muchos, pero los había. En la penúltima legislatura había seis y en la última sólo uno. Con la república no se podía hablar de la Monarquía, incendiaron los periódicos monárquicos, mataron al director de un periódico, Gentilere de Castro, y a mucha más gente. Los autores eran republicanos, cosa que encubrieron pero poco a poco lo fuimos descubriendo. Hubo matanzas de monárquicos en todo Brasil, y nadie habla de ello".
Otro de los argumentos que manejan los monárquicos es que su régimen resultaría menos costoso que la actual república. Argumenta don Pedro: "Delfim Netto [exministro de Hacienda y diputado de derechas] comparó el gasto de la corte del presidente Sarney [anterior jefe de Estado] con el de la reina de Inglaterra, que gasta seis veces menos de lo que gastaba Sarney. Una Monarquía es mucho más barata que una república mal organizada".
A la pregunta de cómo ve la situación actual de Brasil, es contundente: "La veo como usted la ve, ¡pésima!. No hay nadie que la vea bien, desgraciadamente. Es un país rico, un pueblo bueno y ese desorden que hay ahora... Mi país nunca estuvo peor".
No hace mucho tiempo, la familia Orleans Braganza sufrió el secuestro de un niño: "Fue horrible, fue horrible y tuvo una repercusión mundial. Recibimos manifestaciones de todas las partes del mundo. Su Majestad el rey don Juan Carlos nos ayudó a recuperar al niño. Llamó a varias personalidades brasileñas importantes, incluido Brizola [gobernador del Estado de Río de Janeirol, que ayudó".
Un pariente de don Pedro, militante de extrema derecha, reclama también el trono de Brasil. Según don Pedro, no hay disputas dinásticas. "Yo soy el hijo mayor del hijo mayor de la princesa Isabel, y no soy pretendiente, soy heredero. Es muy diferente. Ellos son violentamente pretendientes. Quieren ser reyes. No disputo con ellos. Yo soy el heredero del heredero y punto".
Sobre sus medios de vida, declara: "Soy director de la Compañía Inmobiliaria de Petrópolis, que administra los restos de la hacienda imperial. Esas tierras fueron distribuídas y donadas. Son más de 30.000 pedacitos de propiedad". A la pregunta de si puede vivir bien de esos ingresos resporide que va tirando, pero está seguro de que vive "peor que Collor de Mello y muchos políticos". a en régi-dro. je de riejor siete )afia, , Hoodos
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