Marina Mercante confía en limpiar en un mes las playas gallegas afectadas por la marea negra

Los responsables de Marina Mercante confían en que antes de un mes concluya la operación que se inició ayer para limpiar los 360.000 metros cuadrados de playas afectados por la marea negra que originó el embarrancamiento en La Coruña, el pasado día 3, del petrolero griego Mar Egeo. La Xunta gallega también anunció que desde el 1 de enero se autorizará de nuevo la pesca en los 200 kilómetros de costa contaminados. Mientras se afronta la última fase de la operación contra la marea negra, el Gobierno estudia un plan de seguridad para el puerto de La Coruña que incluye la construcción de una torre de control del tráfico marítimo, según declaró el director general de la Marina Mercante, Rafael Lobeto.

Aunque máquinas succionadoras continúan extrayendo pequeñas cantidades de petróleo del mar, las autoridades aseguran que los focos de crudo están ya totalmente controlados, lo que permitió iniciar ayer la limpieza de las playas. "Hemos liquidado el agente contaminante. Ahora ya sabemos que no puede salir petróleo de ningún otro sitio y por eso podemos empezar con las playas" explicó Rafael Lobeto.La operación se centrará en los primeros días en los arenales más contaminados, Orzán y Riazor, en La Coruña; A Frouxeára, en Valdoviño; Doñinos, en Ferrol; Chanteiro, en Ares, y Perbes, en Miño. De momento, participan en las tareas de limpieza unas 50 personas, que utilizan máquinas excavadoras en tierra y plataformas succionadoras en el mar.

Marina Mercante asegura que se emplearán medios exclusivamente mecánicos para evitar nuevas agresiones al medio ambiente. Incluso se ha descartado el uso de -chorros de agua a gran presión para limpiar las rocas -uno de los trabajos que entraña mayor dificultad- - yaque se teme que pueda afectar a algunos microorganismos.

Aptas para el baño

Las autoridades están convencidas de que antes de finales de enero las playas contaminadas estarán totalmente limpias y aptas para el baño. Tan sólo quedará entonces retirar el crudo que penetró en algunas marismas de la costa coruñesa para dar definitivamente por concluida la operación de lucha contra la marea negra iniciada horas después del accidente del Mar Egeo, que transportaba cerca de 80.000 toneladas de petróleo.La Xunta esperará a que termine la limpieza de las playas ara autorizar de nuevo el marisqueo en los 200 kilómetros de litoral afectados por la catástrofe. Sin embargo, a partir del 1 de enero se podrá ya pescar en toda la zona.

Los grupos ecologistas insisten en que estos trabajos han logrado eliminar los efectos más visibles de la marea negra, pero una vez que el petróleo se ha depositado en el fondo marino "la contaminación en muchos lugares tardará años en desaparecer", según manifestó ayer Xosé Manuel Penas, portavoz de la Sociedad Gallega de Historia Natural.

Esta organización pidió que se refuerce la seguridad marítima en las costas españolas con medidas como prohibir el tráfico de buques con mercancías peligrosas a menos de 100 millas de la costa y obligar a que todos los petroleros que atraquen en puerto estén dotados de doble fondo.

El propio director de la Marina Mercante admitió que es necesario reforzar los controles sobre el tráfico marítimo y mejorar la organización de los puertos en aspectos como el sistema de practicaje. Por otra parte, la dirección general de Protección Civil ha recibido ya los 650.000 Ecus (unos 90 millones de pesetas) concedidos por la Comunidad Europea en concepto de ayuda social para repartir entre los 2.500 mariscadores afectados. Al mismo tiempo, el consejero de Pesca de la Xunta, Enrique López Veiga, aseguró que no está dispuesto a conceder indemnizaciones a cerca de 200 productores de la ría de Ferrol que no disponen de carné que les autorice a recoger marisco. Ante el temor de quedar marginados en el reparto de ayudas, estos mariscadores bloquearon el sábado durante horas el puerto ferrolano.

López Veiga entiende que los productores que no tienen carné son simplemente furtivos. El consejero también lamentó que sólo la Xunta y la CE hayan concedido ayudas económicas extraordinarias mientras el Gobierno se niega a declarar zona catastrófica la comarca afectada.