La fiscal pide 100 millones para una estudiante de enfermería infectada de sida

El ministerio fiscal reclama hasta 100 millones de pesetas en concepto de indemnización para una estudiante de enfermería, contagiada de sida en 1988 al hacer un análisis a una paciente portadora del virus. La fiscal del caso, Teresa Gisbert, pide también pena de cárcel para un médico y multas para el director de la escuela de enfermería y dos enfermeras. El juicio fue aplazado ayer para practicar una información suplementaria. Nadie avisó a M. R. N., que tenía 19 años, de que la enferma era seropositiva. La joven se contagió con una aguja, pero aún no ha desarrollado la enfermedad.

M. R. N. realizaba prácticas en el Hospital Clínico de Valencia. Una de sus tareas consistió en una extracción sanguínea para una análisis a una mujer que acababa de dar a luz. La mujer padecía sida y hepatitis, pero no existía aviso alguno de ello en la habitación de la enferma. La estudiante tampoco fue informada verbalmente de esa circunstancia. Al clavarse la aguja infectada contrajo ambas enfermedades. El sida está aún latente en M. R. N., que ya padece una enfermedad de hígado.El ministerio fiscal acusa a cuatro personas por un delito de imprudencia temeraria, mientras que el abogado de la perjudicada amplía esa petición de condena y acusa a un total de seis inculpados.

La fiscal del caso, Teresa Gisbert, solicita un año y seis meses de prisión para el médico José Navarro, del servicio de maternidad del Clínico, y diversas multas para el director de la escuela de enfermería y dos enfermeras.

Vicente Grima, abogado de. M. R. N., amplía la relación de inculpados con una supervisora de enfermería y con Fernando Bonilla, catedrático de Ginecología y Obstreticia de la Facultad de Medicina de Valencia. La Facultad utiliza el Clínico para la realización de prácticas.

Informes contradictorios

Asimismo, el ministerio público reclama además 50 millones de pesetas de indemnización para la estudiante contagiada y otros 50 millones de pesetas si desarrolla finalmente el sida. Como responsables civiles subsidiarios, la fiscal señala a la Universidad de Valencia, al Hospital Clínico, al Servei Valenclá de la Salut (SVS) y a una compañía de seguros.La vista fue aplazada ayer al existir dos informes periciales contradictorios. Un grafólogo valenciano mantiene que el volante en el que se ordena la realización del análisis a la mujer que padecía sida fue redactado por el médico José Navarro. Por el contrario, un reciente informe de la policía científica considera a Fernando Bonilla el autor del volante. La fiscal pidió ayer un tercer estudio para conocer contra quién debe dirigir la acusación.

Independientemente de este hecho, la acusación particular mantiene que el doctor Fernando Bonilla es responsable por no establecer controles y mecanismos de alerta ante la existencia de una mujer portadora del virus.

Bonilla declaró ayer que su inculpación en el caso se debe a un error de la policía. Este catedráfico sostiene que no conoce a la estudiante ni a la paciente. De acuerdo con su versión, la estudiante estaba acompañada por dos ATS de laboratorio, pero en el momento de la extracción la dejaron sola.

Irregularidades

Otros inculpados declinaron efectuar declaraciones momentos antes de entrar en la sala de vistas del Juzgado Penal número 11, donde estaba previsto el juicio. La causa volverá ahora al juez instructor para la práctica de la información suplementaria requerida.Uno de los defensores explicó que en la instrucción de la causa se han producido algunas irregularidades que pueden desembocar en una anulación de las actuaciones. Otro defensor planteó un artículo de previo pronunciamiento para el archivo de la causa. La estudiante infectada de sida concluyó sus estudios de enfermería aunque no tiene un trabajo estable en esa disciplina. La fiscal pidió discreción a los informadores para no aumentar "el dolor" de la perjudicada al revelar su identidad.