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SE AGRAVA LA CRISIS DEL CINE ESPAÑOL

La mitad de las películas españolas han recaudado menos de la cantidad anticipada por cultura

Treinta y seis filmes subvencionados en los cuatro últimos años no se han estrenado

La crisis del cine español está en boca de todos. Los profesionales piden medidas al Gobierno, el ministro de Cultura propone la participación de la inversión privada y los filmes norteamericanos conquistan las taquillas españolas. El actual sistema de protección estatal al cine español se tambaleó hace un año al fallar uno de sus dos pilares: el acuerdo con TVE. Sólo queda el otro: las subvenciones anticipadas. Según datos reunidos por este diario, basados en las cifras de producción y taquilla que elabora Cultura, la mitad de las películas españolas producidas desde 1984 hasta la ahora no ha logrado recaudar en taquilla ni siquiera la cantidad subvencionada por Cultura.

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DIEGO MUÑOZ Los datos más recientes del cine español actual son concluyentes: continúa la fuga del espectador ante la taquilla de películas españolas y disminuye la producción que, en 1992, se reduce a 32 películas subvencionadas. Pero el análisis de los últimos datos, desde que entró en vigor el decreto de ayudas al cine en 1984 hasta hoy, ofrece cifras aún más escalofriantes: casi la mitad de las películas subvencionadas en los últimos nueve anos no han conseguido siquiera amortizar la subvención anticipada del Ministerio de Cultura.

Esta subvención, según la legislación, no puede superar el 50% del presupuesto total de la película. Los datos que ha obtenido este periódico son los siguientes: desde 1984 hasta 1992, se rodaron 319 películas con subvención anticipada. De ellas, 32 proyectos corresponden a subvenciones de 1992, por lo que se trata de filmes en su mayoría aún en fase de rodaje. De las 287 películas restantes, 134 filmes han recaudado en taquilla menos de la cantidad subvencionada por Cultura, lo que representa el 46,68% de las películas subvencionadas. Todas ellas han sido estrenadas desde 1984 hasta el 30 de junio de 1992, según las cifras suministradas por el Instituto de Cinematografía (ICAA).

Comisiones asesoras

La subvención anticipada recibida por estas 134 películas no ha sido, obviamente, la misma para todas a lo largo de los nueve años, sino que, según los criterios de la Comisión Asesora de turno del ICAA y la voluntad de cada uno de los cinco- directores que ha tenido ese organismo -Pilar Miró, Fernando Méndez-Leite, Miguel Marías, Enrique Balmaseda y Juan Miguel Lamet-, ha oscilado desde los cinco millones de pesetas -la cantidad más baja de toda la década, que fue concedida ala película Venecias, de Pablo Llorca- hasta rondar los 200 millones de pesetas, que solamente ha sido alcanzado en dos casos: 1492, de Ridley Scott, y El Dorado, de Carlos Saura.

Durante todos estos años, el presupuesto del Fondo de Protección a la Cinematografía ha permanecido prácticamente inalterable: alrededor de 3.300 millones de, pesetas anuales. En cambio, lo que sí ha ido, bajando cada año ha sido el volumen de la producción. "La inflación que ha provocado el sistema de subvenciones anticipadas en los costes de las películas, se puede situar en un aumento de los presupuestos en torno al 30 por ciento", explica el ex director del Instituto de Cinematografía Miguel Marías. De ahí, que al mantenerse el mismo presupuesto del Fondo de Protección, es menor cada año el número de películas que se pueden beneficiar de él.

Dentro de este apartado, el presupuesto para subvencionar anticipadamente al cine español también ha sido él mismo cada año, independientemente del número de proyectos presentados: alrededor de 1.800 millones de pesetas.

En la larga lista que resulta de englobar estas 134 producciones que no han conseguido recuperar en taquilla ni siquiera la cantidad subvencionada por el Ministerio de Cultura, destacan bastantes películas de la cinematografía catalana: Aquesta nit o mai, de Ventura Pons, con 50 millones de pesetas subvencionados mientras que en la taquilla no superó los 15 millones de pesetas de recaudación. No te cortes un pelo, de Francesc Casanova, con una subvención de 35 millones de pesetas frente a una recaudación en taquilla cercana a los ocho millones. Las apariencias engañan, de Carlos Balagué, con una subvención de 35 millones de pesetas y una recaudación de poco más de un millón de pesetas. Berlín Blues, de Ricardo Franco, fue otro de los grandes fracasos, según los datos de taquilla del ICAA: esta película obtuvo una subvención de 90 millones de pesetas y en la taquilla solamente recaudó 23 millones. Y otro fracaso también considerable fue el de la película Solos o en compañía de otros, de Santiago San Miguel, que obtuvo una subvención de 100 millones de pesetas y en taquilla recaudó úhnicamente unos 17 millones de pesetas.

Pero además de las 134 películas que no han logrado cubrir en taquilla la subvención estatal, los datos revelan que existen otras 53 más que, pertenecientes a la producción de los últimos cuatro años, o bien estaban aún en proceso de posproducción o bien no existen aún datos del estreno en el ICAA, o ni siquiera han llegado a estrenarse. La cifra de éstas últimas puede ascender a 36, durante los últimos cuatro años.

Muchas de ellas fueron operas primas que pasan a engrosar la lista de películas malditas del cine español. Dos ejemplos: Brumal, de Cristina Andreu, y El regreso del cometa, de Luis Ariño.

La película española más taquillera desde 1984 hasta la actualidad es Mujeres al borde un ataque de nervios, de Pedro Almodóvar. Subvencionada con 65 millones de pesetas, ha recaudado 1.164 millones de pesetas.

La película de menor recaudación de todas las subvencionadas ha sido El tesoro, de Antonio Mercero, que tuvo una subvención de 50 millones de pesetas y, según los datos del ICAA, obtuvo en taquilla únicamente 13.800 pesetas.

A pesar de la controversia que siempre han suscitado las subvenciones anticipadas al cine, ni siquiera Miguel Marías ni Enrique Balmaseda, ambos directores del ICAA durante y después del ajuste que Jorge Semprún, mientras fue ministro de Cultura, hizo al decreto-Miró de 1984, se muestran partidarios de su supresión.

"El sistema de subvenciones siempre es coyuntural por sí mismo, pero creo que las subvenciones al cine que hay en España son incuestionables para la supervivencia del propio cine español", explica Balmaseda.

"Un disparate de guiones"

"Durante mi etapa (1990-91) intenté una reforma bastante profunda del sistema, exigiendo un plan de viabilidad económica del proyecto y vinculando absolutamente la subvención a la inversión del producto".

El análisis de Miguel Marías es mucho más contundente. "La mayor parte de los guiones que me llegaban -fue director del ICAA en 1988-1989- eran un disparate de partida, y sin ninguna viabilidad comercial".

"Yo preferí primar el sentido" del riesgo artístico al puramente económico", continúa Marías, "pero tuve claro que aunque las subvenciones no levantarán nunca una industria, son absolutamente imprescindibles para el cine español porque el mercado está secuestrado y el doblaje de las películas extranjeras resta público a las españolas".

Para Marías, el "descalabro" más grave que se ha producido en el cine español "no viene provocado por las subvenciones anticipadas, sino por el incumplimiento del convenio que Luis Solana firmó representando a TVE con el ministro de Cultura Jorge Semprún en 1989. Ese pacto estaba aprobado por el Consejo de Ministros, y el Gobierno es el responsable de que TVE no continúe apoyando al cine español -el convenio implicaba 2.000 millones de pesetas de inversión anual por parte de TVE en producciones cinematográficas- El Gobierno", finaliza Marías, "tendría que dar un credito extraordinario a TVE para que continúe con aquel compromiso".

La desaparición de salas

Un dato que apuntan fuentes de la distribución-exhibición y que, sin servir, de excusa, puede ayudar a explicar el escaso eco del cine español en los propios espectadores españoles, es la continua desparición de las salas cinematográficas.

En la década de los años sesenta existían en España 6.000 locales cinematográficos, en los años ochenta esta cantidad se redujo a la mitad y, en la actualidad, según datos del ICAA, el número de salas de exhibición cinematográfica en España se ha reducido a 1.512.

La penúltima 'joya'

D. M. Los últimos datos de las taquillas españolas, hechos públicos anteayer por el Instituto de Cinematografía (ICAA) del Ministerio de Cultura y referidos solamente al primer semestre de 1992, son éstos: el cine español continúa sin superar el listón del 10%-11% de cuota de pantalla y, entre las 20 películas más taquilleras, solamente hay una española, que ocupa el puesto 190, está protagonizada por el dúo Martes y Trece y lleva por título El robobo de la jojoya.

La película de Martes y Trece, dirigida por Alvaro Sáenz de Heredia, ha obtenido las preferencias del público y alrededor de 232 millones de pesetas en las taquillas españolas. El público ha preferido las risas de este dúo de humoristas, famoso por sus apariciones en televisión, que otras películas españolas apoyadas por la crítica: Beltenebros o Amo tu cama rica.

Claro que estas preferencias hay que relativizarlas, puesto que, durante el mismo periodo de tiempo y blindadas por enormes campañas de publicidad, El príncipe de las mareas ha recaudado 721 millones de pesetas, El cabo del miedo consiguió 698 millones y J. F. K. alcanzó 661 millones de pesetas.

La preponderancia del cine norteamericano en las carteleras españolas es tal que, según los datos del ICAA, se lleva el 73,5% de la recaudación ' total de las taquillas: 15.414 millones de pesetas. Si a este porcentaje se unen los de las producciones norteamericanas que llegaron a España camufladas bajo bandera holandesa o bajo la del Reino Unido, parece indudable que el cine de EE UU ocupa el 90% de las carteleras y recauda similar porcentaje de la taquilla. En este mismo periodo, el cine español ha obtenido solamente 1.647 millones de pesetas.

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