Bonn pide a Dinamarca que renuncie a presidir la CE
ENVIADO ESPECIALEl Gobierno de Alemania ha sugerido al de Dinamarca que renuncie a presidir la Comunidad Europea (CE) a partir del 1 de enero, tal y como le corresponde, a causa de la ambigua situación en la que se encuentra sumido tras el rechazo en junio del Tratado de Maastricht por una mayoría de daneses, según indicaron ayer fuentes comunitarias que asisten a la cumbre europea. Hasta el momento, el primer ministro danés, Poul Schlüter, no ha contestado a la petición. La gestión alemana cuenta con el respaldo de la gran mayoría de los Estados miembros -Bélgica es uno de los que más la apoyan- y de la Comisión Europea. España también vería con buenos ojos que Copenhague desistiera de su turno.
El objetivo de la invitación hecha a Schlüter es evitar que un país que mantiene con la CE una relación pendiente de definición pueda presidir a los Doce y prolongue durante otros seis meses la parálisis en la que está inmersa la Comunidad tras la crisis desencadenada por el referéndum de junio en que el 50,7% de los daneses rechazó Maastricht.En las capitales del Benelux y en otras meridionales se espera también que la hipotética abdicación de Copenhague tenga un efecto saludable sobre su opinión pública, que habrá de pronunciarse una segunda vez sobre su relación con la Comunidad.
Una fórmula elegante, frecuentemente barajada en conversaciones informales, para permitir a Dinamarca que renuncie sin humillarse consistiría en aprobar en un Consejo de Ministros comunitario un comunicado en el que. se indique que los Estados miembros presidirán la CE cuando les corresponda por turno.
Normalmente, a Dinamarca le hubiese tocado presidir en el segundo semestre de 1993, pero mucho antes de que se desencadenase la actual crisis acordó con Bélgica, a la que le correspondía encabezar la CE durante el primer semestre del año próximo, permutar su turno. Ya ha habido ocasiones, por ejemplo, con el propósito de adquirir la experiencia comunitaria, en que algún país ha saltado o intercambiado turno con otros socios antes de cubrir un periodo de presidencia de la CE.
Si se cumplen las actuales previsiones, Dinamarca debería haber resuelto, mediante un segundo referéndum, su relación con la CE a finales de la primavera de 1993. Si siguiese formando plenamente parte de la CE podría entonces presidirla a partir del 1 de julio. En caso contrario, la presidencia sería ostentada por su sucesor, que sería Alemania si recupera su antiguo turno.
La semana pasada, el Gobierno danés presentó un Libro Blanco que recoge ocho hipótesis sobre sus futuras relaciones con la CE, aunque sólo tres son realistas porque no implican ninguna renegociación del tratado, a lo que se niegan en rotundo sus otros 11 socios. Schlüter afirmó el miércoles en París que esperaba poner a punto "un modelo de solución al problema danés" en torno al 1 de noviembre y 1 someterlo a la aprobación de la cumbre europea de Edimburgo, a principios de noviembre. Sin embargo, ayer dijo en Copenhague que hoy esbozará ante los Doce un plan para salir de la crisis ocasionada a la CE por el no danés.
Su labor corre el riesgo de complicarse porque los tres grandes partidos de oposición, mayoritarios en el Folketing (Parlamento), donde Schlüter gobierna en minoría, exigen enmiendas a Maastricht que de hecho suponen su renegociación.
