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Los Reyes clausuran el Congreso de la Lengua entre académicos y artistas

En la última jornada se aplaudió la defensa del español en Puerto Rico

Los Reyes clausuraron anoche en Sevilla el Congreso de la Lengua, que ha reunido durante cinco días a 200 especialistas en el idioma español, pero que no ha resultado tan brillante como se esperaba, ya que muchos de los grandes nombres anunciados no han comparecido. "El español es hoy un caudaloso río que, al igual que el latín en su día, ha trascendido sus orígenes geográficos y se ha convertido en vehículo de comunicación de múltiples pueblos y culturas", dijo, el rey Juan Carlos. El presidente del Gobierno, Felipe González; el escritor Camilo José Cela; la actriz Nuria Espert, y el escultor Eduardo Chillida, entre otros políticos, artistas y académicos, asistieron al acto.

El Nobel español Camilo José Cela abrió el acto de clausura con la conferencia Aviso de la defensa del español. "No usemos la lengua para la guerra, y menos para la guerra de las lenguas", pidió el escritor, "sino para la paz, y sobre todo para la paz entre las lenguas. De la defensa de la lengua, de todas las lenguas, sale su fortaleza, y en su cultivo literario se fundamenta su auge y su elástica y elegante vigencia", añadió Cela.Entre los aproximadamente 300 invitados se encontraban el vicepresidente de Gobierno, Narcís Serra; el ministro de Educación y Ciencia, Alfredo Pérez Rubalcaba; el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana; los escritores José Ángel Valente, Antonio Muñoz Molina y Mario Vargas Llosa; los duques de Alba y el ex secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar.

"Nuestra lengua ha venido siendo ignorada, cuando no zaherida, oficial y administrativamente", continuó Cela antes de elogiar la labor del Instituto Cervantes, cuyo patronato fue constituido ayer por la tarde en los Reales Alcázares de Sevilla con la presencia del Rey y del presidente del Gobierno.

"Es doloroso que siendo la nuestra una de las lenguas más hermosas, poderosas y eficaces del mundo, nadie, hasta hoy, se haya preocupado de enseñarla por ahí fuera y de defenderla por ahí dentro, donde tampoco es atendida como es debido", señaló Cela. "Y que nadie achaque a la Academia culpas que le son ajenas por cuanto sigue languideciendo en la más indigente inopia; la culpa fue del Estado, que ahora parece arrepentirse de graves y pretéritos errores", añadió.

Felipe González señaló que el carácter plurinacional del español y su prestigio literario no deben conducir a la "autocomplacencia". "Por el contrario", dijo el jefe del Gobierno, "debe conducirnos a una reflexión que nos lleve a un esfuerzo continuado por el desarrollo, la difusión y el perfeccionamiento de la lengua común".

Las hermosas variantes

El Rey, que cerró el acto con su intervención, recordó "su emoción" al escuchar el español lejos de España. "La Reina y yo", dijo, "nos hemos sentido emocionados en numerosas ocasiones al escuchar los problemas de personas de razas, culturas y pueblos tan diferentes expresados en hermosas variantes del español de América, del español de España, del de África, del de Filipinas o del judeoespañol de los sefardíes".Don Juan Carlos pidió que se cuide el tesoro de la lengua "y se cultive con esmero, en el entendimiento de que los pueblos que pensamos y hablamos en español podemos contribuir a un mundo más justo, más libre y más genuinamente humano".

El discurso del rey recordó el tema central de la j ornada de ayer del congreso: la resistencia del español en Puerto Rico. El gobernador de Puerto Rico, Rafael Hernández Colón, habló del pulso idiomático mantenido por su país con Estados Unidos. "El pueblo de, Puerto Rico ha sabido hacer vencer sulengua materna sobre la lengua inglesa. La ley que en 1991 declaró al español como único idioma oficial, después de 93 años de interrupciones, tiene que ser celebrada como una gran victoria", señaló el gobernador.

La actitud seguida por el gobernador de Puerto Rico fue puesta de ejemplo en la sesión dedicada a analizar la dimensión internacional de la lengua española. Por el contrario, Raúl Manglapus, ex ministro de Asuntos Exteriores de Filipinas, y Samuel Hadas, secretario de Cooperación Científica y Cultural del Ministerio de Exteriores de Israel, expusieron las consecuencias del abandono de España en sus respectivos países, hasta llegar a una situación en la que la transmisión materna es la única forma de subsistencia de un idioma pleno de arcaísmos y tan empobrecido que se encuentra en fase de extinción. En el encuentro, moderado por Enrique Barón, presidente del Patronato de Doñana, participó también el guineano Leandro Bobio, quien también se sumó a las quejas de Manglapus y Hadas por el desinterés de España por mantener vivo su idioma en su antigua colonia.Santiago de Mora Figueroa se encargó de introducir a los participantes en el tema, asegurando que el peso internacional de una lengua está determinado por el poder de su país, y que lo interesante era saber si el español es un idioma internacional o una lengua franca entendida como mero vehículo de comunicación.

De Mora expuso un índice de indicadores que determinan el poder real de un idioma: el número de hablantes, el nivel de desarrollo humano (renta nacional del país, expectativas de vida, instrucción de la población ... ), el número de países que hablan ese idioma, las cifras de exportaciones, número de traducciones, que la lengua en cuestión sea una de las oficiales en la ONU. Para medir la importancia del idioma, también hay que contar con el dato de quiénes lo hablan y aprenden como segunda lengua.

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