'Mini Europa' contra la agonía
La sucesión de acontecimientos de los últimos días, que parecen llevar al descarrilamiento de la unión europea, tendría su punto de ruptura en el momento en que se devaluara el franco francés. La nueva Alemania, aseguran voces autorizadas, tiene su última ancla en París y el Gobierno de Bonn no está decidido a soltarla. Especialmente significativo, en este sentido, es que Peter Glotz, una de las mentes de más peso y prestigio de la oposición socialdemócrata, escribiera ayer un artículo en el General Anzeiger, de Bonn, en el que proponía la creación de una mini Europa compuesta por el núcleo rico de la actual comunidad (Alemania, Francia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo), lo mismo que, según Die Wet, habrían pactado Kohl y Miterrand en París.
Para Glotz, la mini Europa supondría "un valiente paso adelante que nos salvaría de una nueva era e agonía". Según él, "si no cambiamos ahora de camino, Europa seguirá siendo un continente de Naciones-Estado, con Alemania como el más fuerte. Esto significará que Alemania, dentro de 20 años, volverá a ser de nuevo el objeto del odio de muchos de sus vecinos". Glotz desea que Bonn ratifique el Tratado de Maastricht, incluso aunque no entre en vigor, "ya que no debemos alimentar las sospechas de que queremos dominar Europa".
Un sillón en el Consejo
Por otra parte, el ministro de Exteriores alemán Klaus Kinkel volvió a repetir, pero esta vez ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, la conocida postura alemana en favor de una reforma del Consejo de Seguridad, especialmente en lo que se refiere a los escaños permanentes de esta institución. Alemania, dijo el ministro de Exteriores, no tomará ninguna inciativa en este sentido, pero en caso de que se produzca la reforma, desearía obtener uno de estos puestos permanentes. Otros países como Japón, India, Nigeria y Brasil desean otro tanto.
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