Los organoclorados alteran las funciones biológicas básicas, según Greenpeace

Los compuestos químicos clorados utilizados como pesticidas, disolventes y en la producción de plásticos están alterando funciones biológicas fundamentales en animales y plantas, según consta en un informe de la asociación ecologista Greenpeace que fue presentado ayer en varios países europeos, entre ellos España.El informe Muerte en pequeñas dosis, que supone la primera revisión global de los efectos de los organoclorados (sustancias producidas en determinados procesos industriales de tratamiento del cloro) sobre la salud y el medio ambiente, muestra que los niveles de estos compuestos en los sistemas naturales han alcanzado un punto crítico.

Así lo demuestran, según los expertos que han elaborado el informe de Greenpeace, las mortandades masivas de poblaciones de animales salvajes como delfines, focas y algunas especies de aves.

Entre las especies animales más contaminadas figuran los osos polares de Canadá, Noruega y Alaska. Los daños sobre los seres humanos incluyen disminución del número de espermatozoides, dificultades de aprendizaje infantil y contaminación de la leche materna.