Ya son 19 los muertos en Argentina por tomar medicinas adulteradas

El consumo de medicinas adulteradas en Argentina, en concreto de propóleo -un antiséptico compuesto por resinas, bálsamos, ceras y aceites producidos por las abejas- contaminado con dietilenglicol -un disolvente de uso industrial-, ha causado hasta el momento 19 muertos y la hospitalización en estado grave de 30 personas.Diecisiete días después de que muriera el primer enfermo, las autoridades., sanitarias argentinas no han ofrecido todavía una versión oficial de las causas de la intoxicación, pero han informado que existen en el mercado 44.000 frascos de este producto mortal fabricado por los laboratorios Huilen y que en algunos frascos de 100 centímetros cúbicos se ha comprobado que la sustancia tóxica alcanzaba el 80%. Asimismo, las autoridades dijeron ayer que en EE UU se fabrica una droga que contrarrestalos efectos letales del propóleo contaminado con dietilenglicol.

La última víctima de la intoxicación ha sido una mujer de 68 años que murió en un sanatorio de La Plata, a 60 kilómetros al sur de.Buenos Aires. Ya son siete los lugares donde se registran fallecimientos por tomar este propóleo.

Descontrol

Un funcionario del Ministerio de Salud argentino sostenía días atrás la hipótesis de una "equivocación", en el origen de la intoxicación. "Es muy probable que el proveedor habitual enviara dietilenglicol en lugar de propilenglicol, y que el laboratorio lo utilizara sin realizar los análisis previos. El propil es el diluyente habitual del propóleos", afirmó. Por su parte, los responsables de Hullen han declarado que podría tratarse de un sabotaje.El problema, según los farmacéuticos, puede resolverse rápidamente "si el Gobierno destina los fondos necesarios para que vuelva a funcionar el Instituto Nacional de Medicamentos, que necesita unos seis millones de dólares al año de presupuesto". La Dirección Nacional de Regulación y Control tiene sólo 12 inspectores para revisar periódicamente 3.500 productos comerciales que se venden en unas 9.000 fórmulas y preparados distintos.

El propio ministro de Salud, Julio Araoz, ha admitido que "hace 30 años que el Estado argentino no controla nada". La última investigación interna realizada en este ministerio poco después de iniciada la transición democrática, en 1984, mostró que en el último año de la dictadura (1982) se habían aprobado nada menos 2.000 expedientes, cuando el promedio anual anterior era de 200.

El ex ministro, Aldo Neri, envió cien de esos expedientes irregulares" a la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, y desde entonces nunca se dictó sentencia. Ya con la democracia, el proceso de corrupción administrativa se invirtió: los funcionarios intermedios retrasaban el trámite del expediente si no recibían sobornos.