Revolución en las aulas
Cuba cambia radicalmente la enseñanza del marxismo-leninismo tras el derrumbe socialista
MAURICIO VICENT Cerca de dos millones de jóvenes han estudiado marxismo-leninismo en Cuba desde que La Habana incluyó esta disciplina en sus programas de enseñanza, a mediados de los setenta. Manuales de autores soviéticos como Afanafiev, Konstantinov o Rumiancev eran considerados entonces una verdad absoluta. Pero el desmoronamiento del socialismo en el Este supuso un duro golpe que dejó muchas asignaturas sin contenido. Ante la rapidez de los cambios, los profesores cubanos han iniciado una carrera contrarreloj para cambiar programas y sustituir viejos libros de texto. Marx se conjuga con Martí, y Lenin con Fidel Castro y ( Che. Los antiguos manuales soviéticos serán dentro de muy poco pulpa de papel.
Hace dos años el profesor Octavio Carrera llegó puntual a su aula de la Universidad de La Habana y habló a sus estudiantes sobre la perestroika. Les explicó que se trataba de un intento de perfeccionar el socialismo y de mejorar la sociedad soviética. El tiempo pasó, y sólo unos meses después, antes de finalizar el curso, Carreras cruzó nuevamente la plaza Cadenas de la Universidad, bajo la sombra de los flamboyanes. Llegó a la Facultad de Cibernética Matemática y entró al aula donde le aguardaban sus alumnos de siempre: la historia había cambiado.
"Les dije que la perestroika era un proceso contrarrevolucionario", afirma Octavio, quien durante cinco años estudió marxismo-leninismo en la Facultad de Filosofía y Economía de la Universidad Estatal de Casajantán. Como él, 3.600 profesores de Marxismo de enseñanza media y 800 de enseñanza superior -un 40% de los cuales estudió en la ex URSS- tuvieron que improvisar en muchas ocasiones. Por ello, las autoridades cubanas emprendieron una radical transformación de la enseñanza del marxismo en la isla.
Ramón Sánchez Noda, director del departamento de Marxismo-Leninismo del Ministerio de Educación Interior (MES), asegura que los cambios de contenido en la enseñanza de la filosofía marxista son muy superiores al 50%. "Para empezar, los manuales soviéticos de Konstantinov, Rumiancev, Oleinik y Fedoselev se convertirán en pulpa de papel para editar nuevos libros elaborados por autores cubanos", afirma tajante Noda.
Auténticas biblias
Seis colectivos de autores cubanos han publicado en sólo dos años otros tantos libros de texto, sustituyendo a los libros soviéticos que hasta hace poco eran aprendidos por los estudiantes como verdaderas biblias en las seis asignaturas en que se desglosa la enseñanza del marxismo-leninismo: el materialismo histórico, el materialismo dialéctico, la economía política del capitalismo, del socialismo y del imperialismo, y el comunismo científico.
Pero, pese a los violentos cambios de la URSS y de la Europa del Este, las autoridades cubanas siguen considerando que el marxismo todavía está vigente. "Seguiremos enseñándolos en nuestras universidades, pues creemos que es una concepción científica que posibilita una adecuada comprensión del mundo y de las formas de actuar sobre él, tanto en el plano profesional como en el personal", dice Noda.
"Asistí hace tres años a una clase de comunismo científico, era un poema. Te decían que la URSS estaba a punto de llegar al comunismo, que sólo faltaban unos anos para que la humanidad entrase en una nueva fase. Europa del Este era el socialismo desarrollado, y el capitalismo estaba en crisis y en descomposición", explica José, un joven estudiante de Derecho.
"Ahora por lo menos se habla con realismo. En vez de discutir las irregularidades de la construcción del socialismo, se aborda el periodo de tránsito en los países socialistas. Tránsito del socialismo al capitalismo, claro está", añade este estudiante.
El comunismo científico ahora se llama socialismo científico, pero todavía los alumnos ponen a los profesores en aprietos de vez en cuando. "Un día se levanta en el aula un estudiante y me dice: 'Siempre nos han dicho que el sistema capitalista no caerá si no es mediante la violencia. Pero, después de lo sucedido en la URSS, ¿no habría que decir que también el socialismo se cae solo?", recuerda una profesora de la asignatura.
Para evitar situaciones como ésta y hacer más asequible el marxismo, conectándolo con la realidad por encima de fríos temas como la regulación monopolista estatal y la clase obrera, los metodólogos cubanos se basan ahora en tres nuevos principios para enseñar marxismo.
Primero, estudiar las leyes, categorías y fundamentos del marxismo-leninismo a través de problemas concretos, discutiendo situaciones reales o analizando el desarrollo de un determinado proceso. Segundo, remitir a los alumnos al estudio directo de los clásicos -Marx, Engels y Lenin- y no a manuales explicativos de su teoría.
El último y más importante, incluir en la enseñanza del marxismo el pensamiento del héroe nacional, José Martí, de Varona, y de otras eminentes personalidades cubanas, y los discursos y la obra del presidente cubano, Fidel Castro., y del Che Guevara.
Fuera el idioma ruso
M. V.Cientos de miles de cubanos estudiaron ruso mientras duró la amistad con la Unión Soviética. Se calcula que el 30% de los alumnos de enseñanza media y superior, cerca de 700.000 en total, estudiaron el idioma ruso, y el resto, inglés. -
Por supuesto, la desaparición (le la Unión Soviética aceleró el proceso de sustitución del idioma ruso por el inglés, que ya se había iniciado en los dos Ministerios de Educación cubanos en 1987.
Esto ha llevado a una difícil situación a los 1.200 profesores de ruso de la enseñanza media y a los 220 de educación superior.
"Para contrarrestar esta situación ofrecimos a los profesores de ruso la posibilidad de reciclarse y estudiar inglés, pagándoles el salario íntegro mientras durasen los cursos, de tres años", afirma el director docente metodológico del Ministerio de Educación Interior', Eduardo Rodríguez.
Rodríguez asegura que, en el canje de la educación superior, 46 profesores de ruso ya lo son de inglés y 116 se están reciclando en estos momentos -se espera que dentro de tres años estos nuevos profesores constituyan el 38% de la plantilla del departamento de inglés- El resto, unas 50 personas, ha abandonado la actividad docente y trabaja en el turismo u otros sectores.
Marx, desde los 14 años
MAURICIO VICENT La enseñanza del marxismo-leninismo comenzaba en Cuba a los 14 años con la asignatura Fundamentos de los Conocimientos Políticos. Esta se impartía con una frecuencia de dos horas semanales a los alumnos de noveno grado (equivalente al primero de BUP), y abarcaba dos grandes temas: una breve reseña biográfica de Marx, Engels y Lenin, y de su práctica revolucionaria, y el estudio de la Constitución cubana.
Francisco Meireles, jefe del departamento de marxismo-leninismo del Ministerio de Educación, explica que esta enseñanza continuaba en el 1 lo y 120 grado (alumnos de 16 y 17 años), con las asignaturas de Fundamentos del Marxismo-leninismo y Economía Política, que trataban ya temas "excesivos" como la Ley de la negación de la negación, Las regularidades de la construcción del socialismo o la Crisis general del capitalismo.
"Era demasiado fuerte para los chicos", reconoce Francisco Meireles. Entonces, los libros de la editorial Progreso eran auténticas "biblias". Pero en 1988 los planes de estudio comenzaron a cambiar para los estudiantes de enseÑanza media. Fundamentos de los Conocimientos Políticos pasó a llamarse Educación Cívica, sustituyendo los viejos temas por otros nuevos: la familia cubana, la nación y el patriotismo socialista.
Por su parte, las asignaturas de 11 o y 120 grado redujeron su frecuencia a 100 horas anuales (antes era de 160 horas), y también cambiaron de nombre y contenido.
Somos martianos
Fundamentos de los Conocimientos Políticos se quedó con el mismo nombre, pero si antes el primer tema con el que se enfrentaban los alumnos al iniciar el curso era La filosofía y su objeto y papel en la realidad, ahora el título es Somos, martianos y marxistas-leninistas. Los profesores de Economía Política sustituyeron las clases de socialismo desarrollado por referencias al, en palabras muy cubanas, "desmerengamiento" del campo socialista en los países del Este y la vigencia del pensamiento antiimperialista cubano.
La economía política cambió de nombre y se convirtió en una asignatura principalmente cubana, dividida en tres temas. La juventud cubana en el centro de la lucha ideológica; la revolución de la ciencia y la técnica, y Cuba socialista y sus relaciones con el mundo.
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