Una agenda para el siglo XXI

M. R. E. Los jefes de Estado y de Gobierno asistentes a la Cumbre deberán pronunciarse entre los días 12 y 14de este mes sobre los siguientes textos:

Declaración de Río. Ha sustituido a la denominada Carta de la Tierra, que, quería ser equivalente a la Carta de los Derechos Humanos y se ha quedado a mitad de camino. Incluye los principios universales para la protección del medio ambiente y la cooperación solidaria entre el Norte y el Sur. Es probable que se apruebe sin modificaciones.

Agenda para el siglo XXI. Contiene la situación y los problemas que presentan 30 grandes sectores, así como las acciones específicas a desarrollar, los medios técnicos y los recursos financieros necesarios, calculados en 13 billones de pesetas por año.

Convenio sobre Cambio Climático. Trata de los objetivos, estrategias y acciones concretas para frenar el efecto invernadero supuestamente causado por los gases procedentes de combustibles fósiles. En el texto aprobado el 9 de mayo no se logró un calendario concreto de reducción de gases como el CO2, ni el establecimiento de los mecanismos financieros y de transferencia de tecnología para conseguirlo.

Convenio sobre Biodiversidad. Pretende garantizar la conservación de la riqueza biológica que tienen sobre todo los países en vías de desarrollo, y establecer las vías de acceso a su explotación con los mecanismos financieros de compensación. El texto consensuado en mayo en Nairobi no satisface a EE UU, que ha anunciado que no firmará el convenio, ni a la mayoría de los países ricos.

Declaración sobre Bosques. Iba a ser un convenio, pero no ha llegado a ese nivel por oposición de los países madereros tropicales, que también se opondrán al texto actual.

Declaración sobre Desertización. Principios para luchar contra la desertización y mecanismos de participación solidaria para combatirla. Será aprobado probablemente.