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Entrevista:

"Hay que desanatematizar la hoja de coca"

Ronald McLean es, a sus 43 años, el ministro de Asuntos Exteriores más joven de la historia de Bolivia. No es su primer récord: también fue, a los 28 años, el ministro de Planeamiento más joven, antes de ejercer la alcaldía de La Paz. Empezó ayer su primer viaje a España desde su nombramiento, el 17 de marzo pasado, en el marco de un amplio reajuste que llevó al Gobierno del presidente Jaime Paz Zamora a un grupo de jóvenes tecnócratas.

Aunque las conversaciones de McLean en Madrid -que se entrevistó ayer con Felipe González y Francisco Fernández Ordóñez, además de ser recibido por el Rey, y que viaja hoy a Sevilla- giraron en torno a la cooperación bilateral, el canciller boliviano no rehúsa hablar del narcotráfico. "Hay que desanatematizar la hoja de coca", subraya. "Confundir la hoja de coca con la cocaína es como confundir la uva con el vino. La coca existe en nuestro país desde hace mucho tiempo. El narcotráfico apareció cuando se desarrolló un mercado de consumidores". "Es verdad que hay que reducir la producción, y en eso estamos", prosigue. "Estamos destruyendo unos 6.000 a 7.000 hectáreas de coca al año. Pero también debemos fomentar usos alternativos de la hoja de coca, como los productos medicinales, o incluso el té. Una taza de café contiene más productos euforizantes que un taza de mate de coca, pero los dos productos tienen una imagen distinta".

El canciller reconoce las dificuldades que entraña la sustitución de cultivos. "Estamos fomentado el reemplazo de la coca por los cítricos o los palmitos" dice, "pero es difícil encontrar productos que aseguren la misma rentabilidad que la coca. Además, la sustitución lleva tiempo, y el campesino tiene que sobrevivir. Pagamos 2.000 dólares por hectárea destruida, pero no es suficiente. Hay, sin embargo, un elemento positivo, y es que la represión del tráfico hizo desaparecer del mercado a muchos compradores, lo que contribuyó a hacer bajar los precios".

En el plano bilateral, la visita de McLean tiene como objetivo principal fomentar la cooperación al desarrollo. España concedió en 1990 a Bolivia un crédito FAD de 100 millones de dólares, que, según el canciller, "ya ha sido utilizado al 85%". Unos 13 millones están destinados a financiar uno de los grandes proyectos del Gobierno boliviano: la construcción de un sistema de teleféricos como medio de transporte popular en La Paz, situada en una profunda hondonada.

Empresa española

La obra, que realizarán conjuntamente una empresa española y otra francesa, permitirá enlazar los barrios populares de El Alto, donde viven más de medio millón de personas, con el centro de la ciudad. "Es para nosotros un proyecto de desarrollo emblemático", afirma el canciller. "Es rentable económicamente, tiene un contenido social evidente y se trata además de un modo de transporte ecológico". Otro tema económico abordado por, McLean en Madrid es la creación de un fondo internacional para el desarrollo de los pueblos indígenas, especialmente los que se encuentran en peligro de extinción. Bolivia planteó esta propuesta en la cumbre iberoamericana de Guadalajara, y espera que sea aprobada en la cumbre de Madrid en julio.

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El canciller boliviano explicó también a sus interlocutores la estrategia de recompra de su deuda exterior seguida por su Gobierno. "Hemos recomprado ya casi el 60% de nuestra deuda comercial, y calculamos que podemos llegar a la totalidad a finales del año, lo que nos pondría en una situación excepcional en el marco latinoamericano", subraya con evidente orgullo.

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