_
_
_
_
EL VALLE DE LOS CAÍDOS

Los guías oficiales del Valle de los Caídos maquillan su historia negra

Juan Antonio Carbajo

Los guías (personas) y las guías (libros) del Valle de los Caídos han olvidado su tenebrosa historia. Los turistas escuchan completas descripciones de la arquitectura del monumento, pero nadie les explica que en su construcción trabajaron presos políticos, algunos de los cuales murieron y otros protagonizaron espectaculares fugas.La historia no se tergiversa. Simplemente, se omite.

Las referencias a Francisco Franco son cuidadosas: "anterior Jefe del Estado", "el hombre que gobernó España entre 1939 y l975". Algún guía le llamó "vencedor de la guerra civil" o "dictador". Su tumba es el final del recorrido turístico. "Y detrás del altar está la tumba de Franco. Luego, saliendo a la derecha, hay una cafetería con servicios. En media hora, todos al autocar".

Más información
"Volveré cuando sea un garaje"
La tumba oculta

En las 69 páginas de la guía oficial del Valle de los Caídos, editada por el Patrimonio Nacional, se mencionan las características artísticas del "grandioso monumento" y los "pintorescos panoramas velazqueños" que lo envuelven. El catálogo muestra, por ejemplo, una rigurosa descripción de los tapices que cubren la pared de la basílica y que, además, son copias.

Los turistas tendrían otra información si leyeran Du Mont Spanien, un manual que utilizaba un turista alemán el pasado jueves: "En los años cuarenta, Franco mandó construir un monumento gigante para los caídos de la guerra civil. Los obreros eran presos políticos, gente que estaba en contra de la dictadura y se les obligó a trabajar allí. Muchos murieron en las obras. Arriba, en una roca, hay una cruz de 150 metros". Ningún manual español de los que se venden allí ha llegado a tanto.

El Valle de los Caídos es el monumento del Patrimonio Nacional más visitado, por encima, incluso, del cercano Monasterio de El Escorial. Un guía oficial de la basílica recita el nombre de los autores y el enorme peso de cada una de las esculturas en su paseo por los 262 metros de la cripta. Repasa los santos, apóstoles y vírgenes y las armas del Ejército a las que éstas representan. Menos una: "La Virgen de África era la de Franco", explica.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Siempre hay flores

En las capillas laterales del crucero, el guía recuerda que están enterrados 85.000 caídos en la guerra. Llega a las tumbas de Franco y José Antonio Primo de Rivera y cuenta que "siempre tienen flores". Cuando son pocas, los empleados del Patrimonio las agrupan. Cuando no hay ninguna, las ponen los monjes benedictinos del monasterio del valle.

El guía no da más detalles sobre la historia de la Cruz de los Caídos. Si alguien le pregunta por los presos republicanos, rebaja el número a "unos sesenta", y matiza que la mayoría eran voluntarios que querían reducir su condena, y que a alguno se le dio un piso una vez acabada la obra. Nadie explica cómo se financió la obra.

Sin embargo, los guías de las agencias de turismo que acompañan a los extranjeros hablan con más crudeza. Por ejemplo, una guía austriaca explicaba a unos centroeuropeos que "Franco ganó la guerra civil y después fue el dictador de España". "En la guerra hubo dos partidos, el de los republicanos y comunistas y el de Franco. Los republicanos eran buena gente, pero los otros eran más fuertes".

La guía continúa: "De Franco se pueden decir cosas buenas y malas. Condenó a mucha gente a muerte y muchos tuvieron que huir de España. Pero también modernizó el país después de vencer al comunismo". A los austríacos les gustó el monumento. "Nunca he visto algo tan colosal", decía una maestra retirada. Otros comentaron entre sí:

-A mí esto me sabe amargo.

-Es parte de la historia de España; y en algún sitio tiene que estar enterrado Franco.

-Pero, ¿hace falta visitarlo?

Un grupo de argentinos se sitúa bajo la cúpula de mosaicos "con cinco millones de teselas [piezas]". Su guía, menos explícita que la austriaca, quiere terminar pronto. "Detrás del altar hay una lápida de granito con el nombre de Francisco Franco, al que se trasladó aquí cuando murió". Y sin más, acaba la visita.El guía de un grupo británico recita fechas y autores. José Antonio fue "un héroe nacional" y Franco "el hombre que gobernó España entre 1939 y 1975, vencedor de la guerra civil".

A un profesor francés de idiomas que acababa de leer en una guía de su país que la basílica era más larga que la de San Pedro de Roma le extrañaba "que la tumba de Franco esté todavía ahí".

A un turista japonés no le hacían falta más detalles históricos: "No importa si lo que hizo Franco fue malo o bueno. La basílica es muy bonita".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_