Los veterinarios de Cataluña dicen que no pueden garantizar el control de la carne

El Sindicato de Veterinarios de Cataluña ha dirigido al presidente de la Generalitat un escrito en el que plantean que, con los actuales medios técnicos y el sistema de guías sanitarias implantado por la Generalitat, no es posible garantizar un correcto control de la carne que sale al mercado para consumo humano.Los veterinarios han decidido cumplir estrictamente con sus obligaciones contractuales y no prolongar la jornada laboral, lo que está provocando que salgan al marcado partidas de carne sin guía sanitaria.

El sindicato afirma que "el actual documento sanitario de traslado de animales a los mataderos no da ninguna garantía sobre el estado sanitario de los animales destinados a sacrificio". Este documento requiere únicamente la firma del propio ganadero como garante de la buena salud de los animales.

La reciente intoxicación de alrededor de 200 personas por consumir carne tratada con clenbuterol demuestra que esta garantía es insuficiente, según estos profesionales.

La falta de medios y recursos humanos impide además que el certificado de inspección que deben emitir los veterinarios adscritos a las industrias cárnicas sea realmente eficaz.

"En las industrias con mucho movimiento, el veterinario no puede controlar todas las partidas amparadas en un certificado", y cabe además "la posibilidad de que en un certificado de una partida determinada se amparen géneros diferentes de los inspeccionados", afirman los veterinarios catalanes.

Por otra parte, el alcalde y diputado alicantino del Partido Popular (PP), Luis F. Cartagena, ha reclamado al ministro de Sanidad y Consumo. José Antonio Griñán, que se desarrolle en el plazo de tres meses la ley del medicamento en su aplicación veterinaria.

Cartagena dice que su ausencia ha provocado una situación de indefensión en materias de competencias que se encuentran a caballo entre los ministerios de Sanidad y Agricultura. En este sentido reclama que los medicamentos para animales con incidencia en la salud humana -como el clenbuterol- deberían estar sometidos a las mismas normas y mecanismos de control que los productos farmaceúticos.