'El rey pasmado' gana ocho premios Goya y 'Amantes' triunfa como mejor película y director

La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España hizo anoche un reparto equitativo de goyas en la VI edición de los premios anuales del cine español. El rey pasmado, de Imanol Uribe y basada en la novela homónima de Gonzalo Torrente Ballester, obtuvo ocho premios y, por tanto, numéricamente se convirtió en la triunfadora de los Goya. Pero cualitativamente, Amantes, de Vicente Aranda, fue la ganadora moral, alzándose con los dos premios más importantes el de mejor película y mejor dirección. Beltenebros, la película con que Pilar Miró regresaba al cine, sólo obtuvo tres de los 10 premios a que era finalista, y Pedro Almodóvar no resultó galardonado en ninguna de las cinco candidaturas de Tacones lejanos.

La sorpresa de la noche estuvo en la película Alas de mariposa, primer filme de Juanma Bajo Ulloa, que no sólo gano el Goya a la mejor dirección novel, sino que también obtuvo los otros dos en que figuraba como candidata: mejor guión original y mejor actriz (Silvia Munt), derrotando a oponentes tan solventes como Amantes, Todo por la pasta y a las actrices Maribel Verdú y Victoria Abril. "No sabía que teníamos tantos amigos", dijo Eduardo, hermano de Juanma Bajo, al recoger uno de los premios.Y es que la relación de premiados, sobre 10 películas que se repartían las candidaturas a 18 goyas, demuestra que los 500 miembros que forman esta versión a la española de la Academia de Hollywood hicieron un auténtico encaje de bolillos.

Los ocho premios Goya conseguidos por El rey pasmado, que partía como finalista a 14, fueron los de sonido, maquillaje, actor de reparto (Juan Diego), vestuario, dirección de producción, dirección artística, música original y guión adaptado.

A Fernando Guillén

Beltenebros, de Pilar Miró, era candidata a 10 premios y obtuvo los de efectos especiales, montaje y fotografía. La película de Gonzalo Suárez, Don Juan en los infiernos, figuraba seleccionada para siete premios, pero sólo obtuvo uno, aunque muy importante: mejor actor (Fernando Guillén).Finalmente, Amantes, de Vicente Aranda, aunque era finalista a siete premios Goya y consiguió únicamente dos, éstos resultaron ser los dos galadones más preciados: mejor película y mejor dirección.

Los restantes Goya fueron el de mejor cortometraje (La viuda negra, de Jesús R. Delgado); mejor película de habla hispana (La frontera, coproducción chileno-española dirigida por Ricardo Larraín); y un Goya de honor a la memoria del productor Emiliano Piedra, que falleció el año pasado. Precisamente, cuando su viuda, la actriz Emma Penella, recogió en el Palacio de Congresos madrileño el premio de manos de Fernando Rey y Alfredo Landa, se produjo el momento más emotivo de la gala.

Y fue el único suspiro durante los aproximadamente 90 minutos que duró la ceremonia de la VI edición de los premios Goya del cine español. El resto del tiempo se caracterizó por bromas sin gracia, demasiados agradecimientos por contra, y continuas llamadas de SOS al público para que vea "más cine español". Tal y como dijo Manuel Gutiérrez Aragón, en un momento de la gala, "esto de los premios es un poco pesado, pero es mejor entregar premios que castigos".