El COOB le encargó la fotografía del filme sobre los JJ OO

Aunque la mayor parte de su carrera la había realizado sobre todo en Francia y Estados Unidos, Néstor Almendros mantuvo siempre sus relaciones con Cataluña. El Comité Organizador Olímpico Barcelona 92 (COOB) le había encargado la dirección de fotografía de la película oficial de los Juegos Olímpicos, que dirigirá el cineasta británico Hugh Hudson. Un portavoz del COOB manifestó ayer que conocían el estado de salud del cineasta y estaban a la espera de cómo se desarrollaba la enfermedad para decidir su incorporación al rodaje.Por su parte el historiador de cine Román Gubern dijo que la Facultad de Ciencias de la Información de Barcelona había iniciado los trámite para conceder al cineasta el doctorado honoris causa.

El cineasta Gonzálo Suarez comentó ayer: "Conocí a Néstor en los años 60 en París, en los prolegómenos de su carrera, y siempre me fascinó que supiese tan claramente lo que quería hacer. Como persona, compaginó el ser muy amigo de sus amigos con una extraña reserva sobre sí mismo que no compartía con nadie". El director Juan Antonio Bardem recordó que, en su último encuentro con Almendros el año pasado en Cannes, no había notado nada anormal sobre su estado físico. "Su muerte me ha cogido totalmente por sorpresa".

De Cuba a EE UU

Néstor Almendros nació en Barcelona en 1930. Desde muy joven, se trasladó con su familia a Cuba, donde estudió literatura y filosofía en La Habana y, más tarde, durante 1956 y 1957, aprendió técnicas de cine en el Centro Sperimentale de Roma. Una confusión cotidiana, de 1949, es el primer mediometraje que aparece realizado por él en Cuba. Desde 1950 a 1955 fotografiará y dirigirá varios cortometrajes más:El tomate, El agua, Ritmo de Cuba, Asamblea general.En los años sesenta fue realizador, fundamentalmente en documentales para las televisiones de Francia, en donde inició una estrecha colaboración con los más destacados directores de la nueva ola.

El título más significativo de la etapa americana que le sirvió para consolidar su fama ya acrecentada con el Oscar por Días del cielo, fue Kramer contra Kramer (1979). Otras películas conocidas son: Bajo sospecha, La decisión de Sophie, Un lugar en el corazón y Se acabó el pastel.

En la segunda mitad de los años ochenta, dirigió dos documentales, en blanco y negro, sobre Cuba: Conducta impropia y Nadie escuchaba, que fueron un realista y durísimo alegato contra el régimen de Castro. Almendros deja una película con guión inédito, El abencerraje, que trata del islam y de Granada.