García Vargas pone de relieve la serenidad de las Fuerzas Armadas

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, destacó ayer la serenidad de las Fuerzas Armadas ante las acciones terroristas, tras una reunión que mantuvo con responsables civiles y militares en la Capitanía General de Madrid, poco después del atentado. "A las Fuerzas Armadas no hay que hacerles ningún llamamiento especial", declaró el ministro visiblemente emocionado, "porque son perfectamente conscientes de lo que sucede y hay, por su parte, un análisis sereno de lo que ocurre". El ministro atribuyó el atentado a ETÁ. "Una vez más, es ETA", manifestó.El titular de Defensa acudió a la Capitanía General de Madrid directamente desde su domicilio en cuanto tuvo noticia del atentado. En su breve reunión con la prensa, García Vargas no quiso entrar en polémica sobre si había poca vigilancia en el lugar del atentado, pese a su proximidad a la jefatura militar, alegando que "los cascos antiguos de las ciudades están llenos de lugares como éste y no creo que sea el momento de entrar en ese tipo de controversias, si es que existen".

Anoche se ofició una misa en la capilla ardiente de los fallecidos en el Cuartel General del Ejército de Tierra. La ceremonia fue oficiada por el presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Suquía, lo que diversas fuentes consideran un hecho insólito. Asistieron al rito entre otras autoridades el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y los parlamentarios del PP Federico Trillo y Loyola de Palacio. Serra declaró que había acudido para expresar su dolor personal y el del Gobierno a las familias por ese mostruoso asesinato y "para expresarle al ejército el apoyo del Gobierno y la solidaridad de todos los españoles". Suquía había enviado previamente un telegrama de condolencia al ministro de Defensa en el que condena "la inhumana violencia terrorista contraria a la ley de Dios y a la dignidad humana".